viernes, 1 de marzo de 2013

Vivir en solitario: Dublin (XLVII)

Muchas tardes, al salir de clase de inglés, y siempre cuando no tuviese que trabajar, me iba a la biblioteca a estudiar francés. Aunque yo había pasado mi examen, no quería perder mi nivel.
En la biblioteca municipal detrás de O’Connell St. había una sección muy interesante de estudio de idiomas. Además de libros, y audio CD’s, se podía hacer intercambio de idiomas con nativos determinados días a la semana. Se podía estudiar de todo, desde inglés, pasando por español, francés, italiano, alemán, chino, japonés, portugués… También había una sección de ordenador donde poder utilizar los Tell me More o Talk to Me. Yo solía usarlos muy a menudo!. De ese modo podía practicar mi francés!.

Una tarde, después de haber estudiado, me encuentro de sorpresa con Guillaume, el chico francés que vivía en Irlanda y con el cual habíamos salido una noche a la discoteca de “Bottom Factory”. Era traductor y estaba buscando información en la biblioteca. Me quedé charlando con él un buen rato en francés mientras esperábamos el autobús. A media conversación, me doy cuenta que mi mente empieza a quedarse en blanco. No soy capaz de seguir la conversación. No puedo hablar, ni en francés ni en inglés. No comprendo una sola palabra de lo que me cuenta, y me limito a asentar con la cabeza todo lo que me dice. Estaba deseando que llegase el autobús.
También me doy cuenta que no soy capaz de entender ni una sola palabra en inglés. Ni una!.

Cuando llega el autobús me despido de Guillaume y me marcho a casa. Si bien muchas veces me descubría a mí misma pensando en inglés sin darme cuenta, ahora era incapaz de poder hacerlo… no sabía lo que me estaba pasando!. Nunca había tenido la mente en blanco de esa manera!.
Cuando llegué a casa, me encontré con mi compañero de piso Peter. Él comenzó a  hablarme en inglés y tuve exactamente el mismo problema que con Guillaume, no podía comprenderle nada… le pedí amablemente a Peter que tuviésemos la conversación mañana, que me dolía mucho la cabeza…

Al día siguiente me levanté por la mañana y otra vez me encontraba pensando en inglés, comprendiendo (poco) y hablando… Qué pasó entonces el día anterior?. Fácil. Yo había estado todo el día estudiando inglés, por la tarde me pongo a estudiar francés, y teniendo en cuenta que ninguno de los 2 idiomas es mi idioma nativo, mi mente se bloqueó. Literalmente se quedó en blanco.
Años atrás, cuando yo estaba en la universidad, me sucedió algo similar en un examen. En mitad del examen me quedé en blanco y no pude seguir escribiendo. La primera vez que me pasaba. El stress, los nervios del examen y el cansancio hicieron el resto…

Comprendí, que no podía estudiar los 2 idiomas a la vez. Asique decidí estudiar un día uno y otro día otro… método que me funcionó y que en la actualidad sigo utilizando!.





Pub en Grafton St. Dublin

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