La mujer para la que trabajo no quiere que vaya
solo una vez a la semana. Después de un mes de estar trabajando para
ella, quiere que vaya 2 ó 3 veces. Mejor!.
No
es un trabajo especialmente duro, solo tengo que hablar con Thomas:
leerle cuentos, enseñarle fotografías… y todo lo que mantenga su mente
activa, dado que su minusvalía le impide hacer otro tipo de actividades.
A la hija la mayor, le enseño
español. Está estudiando nuestro idioma en el colegio, y la verdad es
que no se le da nada mal!. Le enseño la pronunciación y un poco de
vocabulario. Tiene un nivel básico. Aunque enseguida detecto que es muy
tímida y le da vergüenza que le enseñe y escucharse hablar en otro
idioma que no controla.
La otra hija, directamente me ignora…
La
madre y el padre son muy cordiales conmigo. Sobre todo la madre, a
quien creo le he despertado el instinto maternal. Sabe que estoy sola en
Irlanda, y además tengo las típicas dificultades para comunicarme de
una persona que no controla un idioma.
Pese
a la minusvalía de Thomas, la cual le obliga a estar en cama las 24
horas del día, no puede hablar, únicamente emite sonidos, y apenas puede
moverse, la familia ha aprendido a convivir con ello. Y si ellos lo
hacen, yo también… Ver a Thomas en su cama todos los días, un chico de
15 años con la misma actividad, mentalidad y desarrollo de un bebé hace
daño y que jamás saldrá de esa situación, duele, y mucho… Pero me
reconfortaba pensar que contaba con el apoyo de su familia, él no estaba
solo, y además, y quizás lo más importante, él no era consciente de su
minusvalía.
Cuando
se trabaja en una casa, aprendes a observar los comportamientos de los
diferentes miembros de la familia. Lo que más me gustaba de esa casa,
era que lo primero era la familia. Daba igual que la casa estuviera
hecha un desastre, sucia o desordenada. Allí había mucho cariño, mucho
afecto… y eso era lo que importaba.
A
los padres siempre los vi muy afectuosos con sus hijos, todos se
dedicaban un tiempo entre ellos. Y a mí, aunque solo sea de observadora,
me daba mucha envidia sana, pero sobre todo, me sentía a gusto de
trabajar allí…Pub en Dublin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario