martes, 13 de octubre de 2009

Mi primer viaje en solitario: el final.

El regreso a Roma fue tranquilo, pero con la sensación de que había superado una gran prueba: a mi primer viaje en solitario.
Pese a los momentos difíciles de tener que cenar sola, de tener que acostarme en una cama inmensa, de pasar varias horas sin hablar con nadie, de tener que tomar decisiones que corrían únicamente a mi cargo, de tener que soportar en muchas ocasiones las miradas indiscretas de la gente, de escuchar comentarios un tanto duros de los que me rodeaban poco antes de mi viaje, de tener que digerir una ruptura recién salida del horno, el tener que aceptar en plenas vacaciones que aquel viaje era para dos pero que terminó siendo para uno..., aun así, a mi regreso me sentí totalmente fuerte: había superado las situaciones complicadas, el que dirán, el ser el blanco de las miradas indiscretas, había roto las reglas del juego...

Asique, aunque necesité un poco de tiempo para digerir todo lo que allí había vivido por primera vez, un año después, ya estaba preparando mi siguiente viaje.

Destino: México...

Aun así, no quiero despedirme de este recuerdo de lo que fue mi viaje a Italia sin poner algunas fotos de algunos "tiernos" compañeros con los cuales me crucé:




No hay comentarios:

Publicar un comentario