jueves, 29 de octubre de 2009

Una semana en México... Punta Allen

Otras de las ofertas turísticas de la zona es visitar Punta Allen. Una pequeña reserva natural en la que podréis ver especies animales en su estado natural (delfines, tortugas marinas, diversas aves acuáticas...), a la vez que conocer a las personas autóctonas del lugar y que viven en unas condiciones muy humildes. Os sorprenderán sus gentes: muy sociales, muy abiertas con el visitantes... en pocas palabras: personas con un trato muy humano. Algo que hemos perdido en las grandes ciudades...

La excursión incluía la conducción de un jeep por el propio turista, adentrándose en la jungla por un camino de tierra. Después, se llegaba a un pequeño pueblo donde se embarcaba en una lancha para conocer una zona de manglares que se encuentra protegida por la UNESCO.
El viaje en la lancha incluía también, adentrarse en el mar para hacer avistaje de delfines en su habitat natural (y menos mal, porque odio los zoos y actividades similares en las que se tienen a los animales encerrados...).
Por otro lado, también visitamos unas piscinas naturales, hicimos snorkel, para terminar finalmente en el poblado y comer en una especie de rancho muy humilde, pero realmente acogedor, donde comí el mejor puré de patatas de mi vida!!!!.

En mitad de la comida se desató una tormenta tropical, que gracias a Dios, solo duró unos 5 minutos... Fue mi primera tormenta tropical...

La verdad es que fue una excursión preciosa. Disfruté conducir en mitad de la jungla un jeep (es necesario carnet de conducir. El carnet español es válido).
Pudimos ver un manglar enorme!, lleno de moluscos que vivían allí. Tortugas marinas, delfines, estrellas de mar moviéndose, aves cazando pescados... Increíble!. Fue una de las mejores excursiones!!!.

Si tenéis la posibilidad de poder hacerlo y os gusta la aventura, esta es vuestra excursión.

Os dejo algunas fotos que tomé aquel día...


Manglar en Punta Allen. México. Julio de 2008.


Ave cazadora en Punta Allen. México. Julio de 2008.


Tortura marina. Solo salen a respirar unos pocos segundos, asique no tenía mucho tiempo para sacar la foto... Pero lo conseguí!!!. Punta Allen. México. Julio de 2008.



Delfines. Solo tuvimos que quedarnos quietos un ratito en medio del mar... y allí estaban... Increíble!.



Poblado en Punta Allen. México. Julio de 2008.


Durante mi excursión por Punta Allen conocí a uno de los conductores de la lancha, quien me dijo que estaba ahorrando para irse de vacaciones unos días a Venecia, en Italia. Era su sueño!. Espero que lo haya conseguido... o que por lo menos esté en ello... Porque para los mexicanos Europa es carísimo, casi imposible!. Ojalá él lo haya logrado!.

Cuando llegué al hotel estaba reventada. Llevaba varios días en México sin parar y necesitaba un día de descanso en el hotel.
Decidí que al día siguiente no haría ninguna excursión, sino que descansaría... ya que Chichen Itzá me esperaba impaciente!!!.

martes, 27 de octubre de 2009

Una semana en México... Isla Mujeres.

Cuando estéis en el hotel os ofrecerán muchos tours para conocer el Yucatán. Uno de ellos es una visita a Isla Mujeres. El viaje hasta allí se hacía a través de un barco pirata, con interpretación a bordo, como una especie de obra de teatro... Era bastante divertida, en la que hacían partícipe al público.


Una de sus mayores características de Isla Mujeres, es que posee una zona donde poder hacer snorkel, una especie de reserva natural donde podréis ver tanto especiales animales (peces de múltiples colores, estrellas de mar...), como vegetales muy interesantes. El tour incluía una visita a este lugar.
Para mí fue una experiencia increíble. Era la primera vez en mi vida que hacía snorkel, y la sensación fue extraña al principio, ya que no sabía cómo respirar a través de un tubo, debajo del agua y teniendo que nadar (que por cierto no tengo ni idea de nadar..., gracias que llevaba un chaleco salvavidas...).
Lo que allí vi fue impresionante!. Peces de todos colores, estrellas de mar... increíble!. Si tenéis la posibilidad de hacer snorkel hacedlo!, merecerá la pena...

Aparte de ello, la isla no es demasiado interesante. Cuenta con múltiples puntos comerciales, pequeñas tiendecitas montadas por los lugares, en las que podréis comprar todo tipo de souvenirs a buen precio: collares, pulseras, camisetas, llaveros...

Las playas son increíbles, aunque suele haber bastantes turistas. Pero merece la pena que os deis un buen chapuzón...


Vista de Isla Mujeres. Julio de 2008.



Al llegar al hotel, me esperaba una tarde tranquila en la piscina...

Muchos hoteles os darán la posibilidad de cenar en sus restaurantes temáticos. El mío en concreto tenía un restaurante italiano, japonés y otro de especialidades fritas.
Generalmente tenéis que pedir reserva con antelación.


En cualquier caso, ya había elegido para aquella noche el restaurante japonés. Preparaban la comida en vivo y en directo ante la presencia de los comensales... Una maravilla.
Después tocó discoteca hasta las 2 de la mañana...

lunes, 19 de octubre de 2009

Feliz cumpleaños!!!!. Un cumpleaños en solitario...

Decidí celebrar mi 28 cumpleaños allí, en México. Si, lo sé, es extraño el tener que celebrar tu cumpleaños a solas en un país desconocido, pero a mí me apetecía hacerlo así. Tenía ganas de hacer algo diferente, algo que se saliera un poco de lo normal.
Lo más duro fue el tener que comunicarlo a la familia, que no tardaron en señalar mi decisión de locura y estupidez... Yo expliqué en su momento que en ningún caso era una tontería, simplemente me apetecía tener un cumpleaños diferente, irme de viaje y pasarlo bien, y que fuera cual fuera mi decisión era mía y debían respetarla, al fin y al cabo yo tenía casi 28 años ya...

Me costó una buena llorera de mi madre, pero le expliqué que el día de mi cumpleaños era solo un día en mi vida, y que ella estaba conmigo el resto del tiempo. En cualquier caso, a mi vuelta celebraría mi cumpleaños, tal y como a ella le gustaba: con mi familia (es decir, madre, padre y hermano), y con algún otro chalado que quisiera sumarse... ya que no tengo amigos...

Aquella mañana me desperté con la decisión de marcharme a Tulum y pasar el día allí.
Tulum es un lugar precioso, con una de las mejores playas que he visto en mi vida, ubicada en un acantilado y rodeado de construcciones mayas antiguas. Impresionante!.

Construcción en la ciudad de Tulum. Según parece en este edificio se practicaban sacrificios a modo de ofrendas a los dioses. Julio de 2008.

La ciudad de Tulum se encuentra dentro del parque del mismo nombre, y alberga unas construcciones mayas, que según parece, servían de cultos a los dioses.
La mayor parte de la ciudad está rodeada por una muralla, aun en pie, y es la que da el nombre a la ciudad, ya que Tulum en maya significa "muralla".

Un consejo: llevaros una botella de agua y protección solar!!!!.


Otras construcciones en Tulum. Julio de 2008.

Dentro de la fortificación podréis encontrar varias construcciones, aunque hoy en día no se sabe exactamente que funciones tenían cada una de ellas, además de una tortuguera, a la que no se tiene acceso por tratarse de una especie en peligro de extinción, pero que podréis ver de todos modos, y por último, unas playas increíbles, quizás las mejores de todo México (según me han contado los lugareños).


Vista de la tortuguera. Tulum. Julio dse 2008.


Playa de Tulum. Julio de 2008. Las vistas que tendréis del mar, completamente azul!, no tienen desperdicio!!!. Ni tampoco las ruinas mayas que podréis ver desde la playa... Una auténtica maravilla!. Uno se encuentra inmerso en una playa de ensueño rodeador de historia!.

Decidir ir a Tulum el día de mi cumpleaños fue un gran acierto!. Menudo regalo de cumpleaños: las ruinas mayas de Tulum... Difícil de olvidar.
Andando entre las los edificios uno se podía imaginar a los antiguos mayas haciendo ofrendas a sus dioses, realizando actividades culturales de todo tipo... Impresionante!.


Después de mi paseo por Tulum, regresé al hotel con la sensación de haber tenido un hermoso día de cumpleaños... el mejor en mucho tiempo!.

Aunque cuando llegué a mi habitación se dió la anécdota triste del día. Me encontré una nota de recepción debajo de mi puerta, diciéndome que me había llamado mi madre. Nuevamente volvió a ponerse en contacto conmigo más tarde, y se lamentó de que hubiera decidido celebrar mi día de esa manera: sola, lejos de casa y sin la familia... Cuando yo me lo estaba pasando en grande!!!!...

De alguna manera, consiguió estropearme un poco el día, porque en ese momento pensé que ella no habia entendido que mi deseo era ese y no otro... Pero decidí restarle importancia y seguir disfrutando de mi día, porque bueno, al fin y al cabo los que viajamos solos tenemos que estar acostumbrados a ser un poco incomprendidos...


Una arista de un edificio con cara humana. Tulum. Julio de 2008.

domingo, 18 de octubre de 2009

Una semana en México... Una calurosa bienvenida!.

Para viajar a México no necesitaréis ni vacunas ni visado, tan solo vuestro pasaporte en regla con un mínimo de 6 meses antes de la fecha de caducidad.

Yo tuve mucha suerte, porque viajé en el mes de julio del año pasado, en plena época de huracanes, sin embargo, me hizo un tiempo increíble!!!.
Son unas 9 horas de vuelo, asique os tocará armaros de paciencia!!!. La diferencia horaria es de una 7 horas, asique decirles a vuestros familiares y amigos que lo tengan en cuenta!, os tocará atender el teléfono a las 4 de la mañana, como me pasó a mí.

Una vez de haber superado, con mucho cansancio eso si, el viaje de 9 horas hacia México en un asiento en el que apenas cabía una persona, llegué al aeropuerto de Cancún.
Una vez se sale del avión, llega el obligado control de pasaportes, tened paciencia, porque las colas son enormes!!!.
Una vez hayáis recogido vuestra maleta, (siempre es en ese momento cuando consigo relajarme en un viaje, siempre me preocupa que mi maleta nunca aparezca...), Debéis pasar por un segundo control. En este caso, antes de salir del aeropuerto, debéis pasar por el control de equipaje. Tendréis que pulsar un botón, si la luz es verde podéis pasar y marcharos, pero si la luz es roja os tocará abrir la maleta para que la policía revise su contenido... No os preocupéis, es algo habitual. Lo malo es como tengáis todo ordenado y os lo descoloquen todo para revisar, os tocará nuevamente ordenarlo...
Yo tuve suerte, porque me tocó la luz verde...

El recibimiento en México fue bastante caluroso, no sé cuanto grados hacía, pero había casi un 90% de humedad... Una vez más, os recuerdo la importancia de contar con una buena crema solar!.

Cuando nos recogieron en el aeropuerto, tuve mi primera sorpresa de mi viaje en soledad, la chica que llevaba el control de pasajeros en el autobus me hizo la pregunta mágica: "viajas solita?¿". A lo que le respondí cordialmente: "Si, si hija, viajo solita y muy a gusto..."

Yo solo quería llegar a la habitación del hotel, porque mientras en México eran las 8 de la tarde, para mí eran las 3 de la mañana... Tardamos una hora en llegar al hotel, pero se hizo ameno, porque los que iban el autobus nos iban contando historias...

Una vez llegué al hotel y dejé las maletas (rezando que no me tocara una planta baja...), recorrí las instalaciones, que por cierto eran enormes, con playa privada, una piscina inmensa, lleno de jardines y palmeras, muy del estilo caribeño... como a mí me gusta!!.
El hotel era una auténtica pasada!, os lo puedo asegurar!.

Sin embargo, por la noche, después de cenar y dando un paseo por la playa, empecé a sentirme un tanto extraña, a sentirme lejos de casa.. quizás por el cansacio del largo viaje, y porque tal vez, habían vuelto los fantasmas de mis anteriores vacaciones: las miradas de extrañeza, las preguntas indiscretas... Pero fue en ese momento cuando me autoconvencí que no podía permitir que ese tipo de cosas estropearan mis vacaciones en México!, no!, no puedo permitirlo!, soy una persona fuerte, con ideas claras, que hace lo que le apetece, cuando y cómo quiere. No molesto a nadie, no estoy haciendo nada malo!, tan solo estoy disfrutando de unas merecidas vacaciones!... Si los demás no lo comprenden... peor para ellos!. Mañana me levantaré, tomaré mi desayuno y comenzaré a disfrutar de unas vacaciones estupendas!.




Hotel en México. Julio de 2008. El hotel se llama "Catalonia Yucatán". Con un estilo totalmente caribeño. playa privada, varias piscinas, jardines con palmeras, animación todo el día... No tuve ninguna queja con él!.

viernes, 16 de octubre de 2009

Una semana en México...

Decidí marcharme a México unos 10 antes de comenzar mis vacaciones, asique no tuve mucho tiempo para preparativos.
El único problema que se me planteaba a la hora de mi marcha, era el tema de la seguridad. México es un país precioso, con una cultura muy interesante... pero sumamente peligroso para una chica sola.

Odiandalo mucho, tuve que decidirme por un viaje organizado, porque no me atrevía a moverme por mi cuenta en un país que no garantizaba mi seguridad.
Cerré el vuelo y el hotel desde Madrid, pero una vez llegase a mi destino contrataría las excursiones allí.
Mi idea era conocer toda la zona del Yucatán, aunque en realidad me hubiera gustado llegar a México DF, pero es que el tiempo no daba para más... Con una semana solo tendría para conocer a fondo la zona de las antigüedades, ya que las distancias en México son muy grandes, y el desplazarme de una zona a otra no haría otra cosa más que hacerme perder tiempo. Asique mis vacaciones se redujeron a la zona del Yucatán. Aunque os aseguro que mereció la pena!!!!.

En mi último viaje a Italia me habían quedado algunos miedos, como la sensación de soledad, el tener que afrontar las miradas indiscretas de las personas de mi alrededor... pero es que me llegaban las vacaciones y no podía quedarme en Madrid sin hacer nada!.
Los días anteriores, y muy especialmente la noche anterior a mi partida, lo pasé realmente mal, pensando en cómo afrontaría aquella semana en soledad, cómo iba a sentirme estando tan sola... y es que algunos malos recuerdos del viaje a Italia aun pervivían en mi mente.

Sin embargo, y antes todo pronóstico, fueron una de las mejores vacaciones de mi vida!!!.

Chinchen Itza. México. Julio de 2008.

martes, 13 de octubre de 2009

Mi primer viaje en solitario: el final.

El regreso a Roma fue tranquilo, pero con la sensación de que había superado una gran prueba: a mi primer viaje en solitario.
Pese a los momentos difíciles de tener que cenar sola, de tener que acostarme en una cama inmensa, de pasar varias horas sin hablar con nadie, de tener que tomar decisiones que corrían únicamente a mi cargo, de tener que soportar en muchas ocasiones las miradas indiscretas de la gente, de escuchar comentarios un tanto duros de los que me rodeaban poco antes de mi viaje, de tener que digerir una ruptura recién salida del horno, el tener que aceptar en plenas vacaciones que aquel viaje era para dos pero que terminó siendo para uno..., aun así, a mi regreso me sentí totalmente fuerte: había superado las situaciones complicadas, el que dirán, el ser el blanco de las miradas indiscretas, había roto las reglas del juego...

Asique, aunque necesité un poco de tiempo para digerir todo lo que allí había vivido por primera vez, un año después, ya estaba preparando mi siguiente viaje.

Destino: México...

Aun así, no quiero despedirme de este recuerdo de lo que fue mi viaje a Italia sin poner algunas fotos de algunos "tiernos" compañeros con los cuales me crucé:




lunes, 5 de octubre de 2009

Mi primer viaje en solitario: Venecia (III)

Por la mañana, nada más levantarme, tenía una misión clara que había decidido días atrás cuando recogí el coche en Roma: devolver el coche a la agencia. Yo ya había hablado con ellos para indicarles que la devolución la realizaría en el aeropuerto de Venecia, y no en Roma, que era donde lo había recogido. Desde allí, tenía que coger un autobús hasta la isla nuevamente para disfrutar de mi último día en la ciudad antes de regresar a Roma.
Existe un autobús que sale del aeropuerto y cuya última parada está en Venecia, no recuerdo el número del autobús, pero no os preocupéis, todo el mundo lo conoce y os podrán indicar...
Cuando llegué a la isla, tenía el problema de qué hacer con las maletas, y pensé que quizás tendría la posibilidad de poder dejarlas en alguna consigna de la estación de trenes. Y así es, si tenéis que dejar el hotel y no podéis dejar las maletas allí, tendréis la posibilidad de guardar las maletas en la estación de trenes.

Dejarme llevar por las calles venecianas fue un gran acierto. Alejarme del ruido de los turistas y de los típicos lugares conocidos de Venecia me permitió conocer una parte de la isla maravillosa. calles silenciosas, perdidas, olvidadas en el tiempo... como una película de los años 40...

También visité el Museo de Venecia, para poder conocer a los pintores venecianos. Si sois amantes de la pintura no os lo podéis perder.
Por otro lado, es interesante que habléis con los lugareños, su estilo de vida, en una isla de canales en la que se sustituyen los coches por lanchas, es muy diferente... Creedme que merece la pena hablar con ellos...


Cuando mi día terminó, tocaba el regreso a casa, aunque primero tenía que pasar por Roma para coger el avión. Mi viaje tocaba a su fin...
Yo ya había comprado mi billete mientras estaba en Florencia, de ese modo me quedaba tranquila en ese sentido, sabiendo que mi regreso a Roma estaba asegurado. Había decidido coger el tren nocturno dirección Roma, aunque no el trayecto directo, dado que el viaje eran unas 5 horas, el tren salía a eso de las 8 ó 9 de la noche, por lo que me obligaba a llegar a la capital de madrugada, en plena estación de Termini, nada seguro para una chica sola de noche...
Asique pensé que sería buena idea coger un tren que tuviera parada en otro lugar, de tal modo que llegaba a la estación de Termini a eso de las 7 ó 8 de la mañana... y la cosa ya era bien diferente para mí...

Pasar la noche en un tren, durmiendo en un pequeño habitáculo con desconocidos, fue una gran y nueva experiencia para mí. Dormí poco. Por un lado por los movimientos del tren, por otro, porque los asientos no eran especialmente cómodos, y ni yo ni mis compañeros de viaje podíamos dejar de movernos para buscar una posición adecuada para dormir...

Lo único malo fue, que cuando llegamos a destino estaba tan sumamente dormida, que cogí mis maletas y olvidé recoger mi máscara veneciana... Asique quien la haya encontrado: vaya suerte que has tenido!!!!.

sábado, 3 de octubre de 2009

Mi primer viaje en solitario. Venecia (II)

Llegar a Venecia desde los pueblos de alrededor es muy fácil: suelen estar muy bien conectados con la isla, y os dejan en la última parada: en la Piazzale Roma. Desde allí os podréis mover libremente por la ciudad.

El medio de transporte por excelencia en Venecia es el vaporetto. Funcionan exactamente igual que las líneas de autobuses, recorriendo el Gran Canal y las zonas circundantes. Encontraréis información sobre las diferentes líneas en las paradas, muy bien señalizadas.
El único inconveniente es el precio. Es excesivamente caro. Un billete válido únicamente para 1 hora cuesta 6,5 euros... Existen bonos también, pero su precio no baja de los 20 euros.

Pero no os asustéis. El primer día, a mi llegada, yo compré un billete, de lo contrario no podía pasar por los torniquetes. Pero después me dí cuenta que no todas las paradas tienen torniquetes, sobre todo, aquellas alejadas de los puntos turísticos. En muchas ocasiones, tan solo tenía que caminar unos 100 metros hasta encontrar una parada de vaporetto, y en la mayoría de los casos no había ningun control a la hora de subir... Yo solo compré un billete de una hora, y estuve en Venecia 2 días... Asique, ya sabéis...

En esta foto, a la derecha, podréis ver una parada de Vaporetto...

Evidentemente, es interesante conocer los lugares más emblemáticos de la ciudad: como la Plaza de San Marcos, Santa María della Salute, el Puente de Rialto... Pero una vez los hayáis visitado, es interesante dejarse llevar por la ciudad. Me explico. Dejarse perde por las calles de Venecia.
Si nos alejamos de las zonas típicamente turísticas, podremos conocer a la auténtica Venecia: tétrica, solitaria, vieja... pero de una enorme belleza que hace daño!. Es la Venecia menos turística, la menos conocida... Aquí os dejo una pequeña muestra:







































Y por supuesto, la parte mas conocida...


Varias fotos de la Plaza de San Marcos...

















































El Gran Canal...
































Llegada la noche, cogí el autobús de vuelta al hotel, muy cansada después de haber estado todo el día pateando las calles, cruzando canales, subiendo y bajando de los vaporettos... pero muy contenta de haber llegado hasta aquí...

viernes, 2 de octubre de 2009

Mi primer viaje en solitario: Venecia (I)

Conducir por las carreteras italianas, desde Florencia hasta Venecia, fue una experiencia increíble. Una vez más, os aconsejo que os alejéis de las carreteras comarcales y que optéis por las de peaje, más rápidas y en mejor estado.
Los paisajes típicos de la Toscana no me defraudaron, y son realmente relajantes...

En Venecia tendréis una enorme oferta de hospedaje. Mi consejo es que evitéis el hospedaros en la isla, ya que los precios son carísimos. Por contra, tendréis la posibilidad de coger un hotel a las afueras, mucho más asequible económicamente, y que os permitirá también visitar Venecia, siempre que tengáis una parada de autobus cercana...
Mi hotel se encontraba en un pueblo llamado Malcontenta, a unos pocos kilómetros de la isla de Venecia, pero antes de reservar mi habitación me aseguré que husiese una para de autobús que me llevase a la ciudad de los canales.

Existe la posibilidad de ir a Venecia en coche, pero nada mas llegar a la isla deberéis aparcar en el parking de pago, ya que evidentemente no podréis circular con él por la ciudad...
El parking no sé cuanto cuesta, pero según me comentaron algunos turistas es bastante caro y no merece la pena, teniendo la posibilidad de poder llegar en transporte público.


Malcontenta es un pueblo pequeño, a las afueras de Venecia, tardaréis unos 20 minutos en autobus hasta la isla. Yo no conocía este pueblecito, pero sinceramente, tiene su encanto... Merece la pena recorrerlo...

Llegué al hotel por la noche, y casi por pura casualidad, ya que yo no llevaba mapa, sino GPS, y la carretera por aquel entonces estaba en obras, por lo que tuve que desviar mi ruta.
El hotel contaba con aparcamiento, asique decidí olvidar el coche allí por unos días y moverme por la zona con transporte público.

En esta ocasión mi hotel estaba bastante bien, no tengo queja ninguna, excepto en el tema del desayuno, que lo vi un tanto escaso... Pero sea como fuere, lo cierto es que aquella noche llegué muerta de cansacio y pedía a gritos una cama donde poder descansar...
Al día siguiente esperaba la ciudad de los canales: con sus aguas, sus puentes, sus callejuelas estrechas...