Son las 8 de la tarde y Juyeon aún no ha regresado.
Peter
me golpea la puerta de mi habitación y me dice que está preocupado.
Juyeon ha salido de casa esa misma mañana, como siempre, para trabajar,
son las 8 de la tarde y aún no ha vuelto.
Él la ha llamado al móvil hace un rato, pero no lo ha atendido.
Juyeon
había conseguido unas prácticas en una empresa relacionada con la moda,
muy cerca de nuestra casa. No tardaba mucho en ir y venir. Pensamos que
seguramente se habría ido a tomar algo con alguna amiga.
A las 9 de la noche seguimos sin tener noticias de ella. No atiende el teléfono ni devuelve las llamadas.
Peter
y yo ya nos ponemos un poco nerviosos. Pero, a quién acudir??, ella
está sola aquí, no tiene familia, tan solo a un par de amigas en el
centro de la ciudad, de quienes no tenemos ninguna forma de contacto.
A
las 10 la cosa se pone peor. Seguimos sin tener noticias de ella.
Tampoco sabíamos donde trabajaba exactamente, era como buscar un aguja
en un pajar.
Yo
no dejaba de pensar: una chica sola, de noche, a estas horas no hay
nadie por la calle… se me pasaban montones de cosas por la cabeza, y a
Peter también!.
A las 11 seguimos sin tener noticias de Juyeon. Y ahora si que estábamos realmente preocupados. No sabíamos qué hacer…
A
las 11 y media se abre la puerta y aparece Juyeon!, sana y salva!. Los
dos nos abalanzamos sobre ella y le preguntamos dónde había estado, que
estábamos muy preocupados!. Nos miró con cara de sorpresa, como si
estuviéramos locos!, la pobre no entendía nada!. Nos contó que al salir
del trabajo se había ido a cenar con unas amigas, y que por eso llegó
tarde.
Tenía el móvil silenciado, y por eso no lo escuchó.
Qué agobio, madre mía y mira que yo soy tranquilo y tiendo a transmitir seguridad. Es bonito eso de la familia irlandesa, al final se te dibuja una sonrisa en la cara al pensarlo.
ResponderEliminarAyyy, Dublín...