sábado, 28 de abril de 2012

Vivir en solitario: Dublin (XIX)

Asistía a clase todos los días, de 12:00 hs a 15.00 hs., con un descanso para comer de media hora.
La mayor parte de mis compañeros eran de origen chino, y a mí me sorprendía el modo de cómo se comportaban. No tenían ni el más mínimo respeto por la profesora, hablaban en chino mientras explicaba, no prestaban atención, de alguna manera se burlaban de ella... Llevar una clase de ese modo era, cuanto menos, complicado... Ante tanto pasotismo, me convertí en una semana, en la alumna preferida de la profesora.

Cuando llevaba menos de una semana en tierras irlandensas, decido solucionar el tema económico. Por aquel entonces, yo tenía dinero en mi cuenta, pero cada vez que yo sacaba de un cajero, me cobraban un dineral. Asique decido abrir una cuenta en un banco irlandés.

He de decir que el personal irlandés de los bancos es sumamente atento, y aunque ven que no eres nacional y tiene problemas de comunicación, se esfuerzan por hacerse entender y explicarte todo con sumo cuidado. Pero si yo hubiera entendido todo al 100% de lo que me decían no habría tenido ningún problema, pero como mi comprensión era penosa, fue un trabajo laborioso. Me pedían, por ser estudiante, un comprobante de alquiler (que yo no tenía), o un comprobante de la escuela donde yo estaba matriculada. Evidentemente, acompañado de mi pasaporte.

Tardé una semana en abrirla, porque una vez que presentas todo, pasa por una especie de mesa que analiza la documentación. Me dieron las claves de acceso y desde entonces podía operar desde Internet.
Contaba con una tarjeta para poder extraer dinero de los cajeros y poder pagar mis compras.
Yo realizaba transferencias una vez al mes, de mi cuenta española a la irlandesa.
De ese modo, podía subsistir hasta que encontrara trabajo... pero eso fue otro tema...


Dublin, Irlanda.

viernes, 20 de abril de 2012

Vivir en Solitario: Dublin (XVIII)

Cuando vives en un entorno donde el idioma te bombardea continuamente, llega un momento en el que no quieres estudiar... estás saturado de tanto inglés!. Lo escuchas y lo hablas las 24 horas del día...
Cuando llegaba de mis clases, lo que menos me apetecía era ponerme a estudiar.

Decidí que lo mejor sería estudiar cuando me apeteciera, para no cogerle manía al estudio. Asique, cuando no tenía nada que hacer en casa y me veía con ganas, me ponía a leer un artículo de periódico, o a ver un documental (que me encantan!!!), de tal manera, que el querer enterarme de la noticia (porque la veía interesante), me obligaba a poner de mi parte... de tal forma, que el aprendizaje del idioma de convirtió en algo entretenido... Siempre leía artículos o programas en la televisión, que eran interesantes para mí, de lo contrario no cogía un libro ni de casualidad...

Cuando pasas de la barrera de los 2 meses, sucede algo extraño: hay días que entiendes prácticamente todo, y hay días que no entiendes absolutamente nada. A día de hoy no he podido explicar este fenómeno. A mí hermano le sucedió también con el sueco... Nunca supimos el motivo...
No eres capaz de entender el 100% de las frases que te dicen, pero si, puedes entender el sentido general de la información que te están transmitiendo. Así es cuando comienza la comunicación... por fin!, no solo podía hablar, sino también comprender... ya no me sentía tan sola y tan incomunicada!.

Los días que no entiendes nada, son frustrantes. Cómo es posible que hoy no comprenda nada si ayer entendía todo?¿. Pronto aprendes a llenarte de paciencia. Seguro, que mañana, podré comprender nuevamente. Es como si te dieran un don, y al día siguiente de lo quitan...
Cuando comprendes todo, sientes que te comes el mundo!!!.

Pasados unos 4 ó 5 meses, se puede tener una conversación más o menos fluida con la gente, aunque hay cosas que no comprendes, sobre todo por vocabulario, no te sientes tan torpe como antes, y ves avances en tu aprendizaje, lo que te anima a seguir!.
Incluso, la gente de mi entorno también lo nota...

Tienes un vocabulario bastante rico, aprendes nuevas estructuras gramaticales, y a controlar determinados "phrasal verbs", tan complicados para los hispanohablantes.
Cuando me encontraba con alguno de estos verbos, lo mejor era buscar el significado en el diccionario y formar frases en mi cabeza, no solo ejercitaba el idioma, sino también, asimilaba el significado de un nuevo verbo dentro de mi mente.
Aprenderse los phrasal verbs de memoria, desde mi punto de vista, es aburrido, poco productivo y al cabo de un tiempo lo olvidaremos. Yo los fui aprendiendo poco a poco, según iban apareciendo en mi día a día.

Yo siempre llevaba conmigo un diccionario pocket inglés - español. Cuando veía algo en la calle que no entendía lo buscaba. Después ese diccionario lo cambié por otro pocket únicamente en inglés.
Cada uno tiene su método de aprendizaje.

Cuando llevaba unos 3 ó 4 meses en Irlanda, muchas veces me sorprendía a mí misma pensando en inglés, montaba las frases en mi cabeza sin necesidad de pensarlas demasiado. Simplemente, salían solas, no como al principio, que tenía que traducirlas directmanete del español.
Los últimos dos meses, ya soñaba en inglés...


Stephen Green Garden. Dublin.

lunes, 16 de abril de 2012

Vivir en solitario: Dublin (XVII)

Para mí, los primeros dos meses fueron los más frustrantes, por lo menos en cuanto al aprendizaje del idioma.
Lo bueno es que aprendes a darte tus tiempos, te das cuenta que no hablarás inglés de la noche a la mañana...
El curso al que iba estaba bien, pero como estaba en un nivel básico no me estaba siendo de mucha ayuda en mi día a día...

Una de las primeras reglas que adopté cuando llegué a Irlanda fue huir de los españoles. Están por todas partes!, y con ellos, el idioma español, que yo sabía que no me ayudaría en absoluto a mejorar mi inglés.
Cuando tienes problemas de comunicación, se tiene cierta tendencia a encerrarse en uno mismo, pues claro!, no puedes hablar con casi nadie dado tu lamentable nivel... La única persona con la que te entiendes a la perfección es contigo mismo y con personas que hablen tu misma lengua... Si a eso le sumamos mi regla de no relacionarme con españoles (por lo menos no en español), el atragantamiento está servido!.
Por lo que es muy fácil caer en la tentación de hacerse amigos de españoles que están viviendo en Dublin como uno... Si bien en un principio hace que salgas de ti mismo, de ese encierro con uno, porque te relacionas con los demás, sin problemas de entendimiento ni ningún tipo de barrera idiomática... también es verdad que significará un paso atrás de gigante en cuanto aprender inglés.

Seamos honestos!, relacionarse con españoles supondrá que no hablaremos en inglés... Yo sabía que si me relacionaba con españoles sería como vivir en España, pero en Irlanda...
Yo había apostado buena parte de mi paro, de mi tiempo, de mis energías... en llegar hasta allí... Y no podía malgastarlo!.
Cuando me presentaban a algún español, yo les hablaba en inglés, ante la cara de incredulidad de mi interlocutor... que no entendía mi comportamiento y que no dudaba en responderme en español. A lo que yo le contestaba nuevamente inglés, diciéndole que yo, en Irlanda, únicamente hablaba la lengua de Shakespeare... La mayoría no me entendió, y creo que en el fondo se sentían muy molestos conmigo dado mi comportamiento... pero era mi regla de oro que nunca me salté en el tiempo que estuve viviendo allí...
Fué duro...


The Post Office. Dublin.

jueves, 12 de abril de 2012

Vivir en solitario: Dublin (XVI)

Aprender un idioma es reconfortante y frustrante a la vez. Lo viví yo cuando estaba en Dublin, y lo vivió mi hermano cuando se fué a vivir a Estocolmo, Suecia.

Cuando apenas llegué a la ciudad, no entendía absolutamente nada. Si, podía hablar, pero no podía comprender. Cuando hablaba me tomaba mi tiempo para ir construyendo las frases en mi cabeza antes de decirlas. Siempre seguía el mismo esquema: Sujeto + verbo + adjetivo + resto de complementos. Frases simples y directas. En ese sentido no fue ningún problema de comunicación. Era un diálogo sencillo, simple, pero eficaz.
Siempre partes del mismo conocimiento: el de tu propia idioma, que es el que controlas, el que manejas... por lo que realizas traducciones literales. La mayor parte de las veces erróneas, porque no se puede traducir de manera literal de un idioma a otro, pero te sirve!.

Lo primero que se gana es vocabulario. Desde los carteles en la calle, pasando por los ingredientes de la caja de cereales. Todo viene bien para enriquecer el vocabulario poco a poco.
Lo bueno de vivir en el país donde se habla el idioma, es que no tienes escapatoria!, hay palabras por todos lados: los anuncios de los autobuses, las secciones del supermercado, el periódico... las palabras te persiguen!, y poco a poco vas haciendo tu propio vocabulario.

Los primeros 4 meses no fui capaz de entender una frase entera. Me ayudaba de los gestos, de las expresiones faciales de mi interlocutor. Todo valía. Si una palabra la repetía continuamente, después de la buscaba en el diccionario, a veces la encontraba, otra veces no... ya que la buscaba de oído...
Mi truco para ponerme a prueba en la comprensión oral era sencilla, cuando alguien me preguntaba algo, automáticamente, le preguntaba yo a su vez si lo que quería saber era esto o lo otro, es decir, comprobaba que había entendido la pregunta. Si la había entendido correctamente, la otra persona asentaba con la cabeza, y sino, debía repetirme nuevamente la cuestión. Era un método sencillo.
Pero a veces no se entiende nada!, en ese caso, lo mejor es preguntar. No hay que tener verguenza... uno está aprendiendo, y la otra persona debe ser capaz de comprenderlo!. Si no, os puede pasar lo que me sucedió a mí. Estando con mis compañeros de piso, me preguntan si había viajado sola, (yo no entiendo la pregunta) y respondo un escueto: "no lo sé...", convirtiéndome en el hazme reir...

Hay que aprender a reirse de uno mismo!. Los errores están a la orden del día, y uno tiene que ser capaz de aceptarlos y corregirlos.

Uno de los detalles que te das cuenta, es que lo que has aprendido en tus cursos de inglés, no sirve para casi nada... La gente no habla así en la calle!. Yo, en Irlanda, tenía la sensación de estar en otro planeta... Y mi inglés académico de Inglaterra, no ayudaba demasiado...

Al final del día, entre el curso de inglés de 3 horas diarias, la televisión, la gente con la que habla a lo largo del día, y tus compañeros de piso, con los que únicamente hablas en inglés, terminan por saturarte. Al principio, parece como que tu mente te dice: "ya, ya, ya, ya basta de tanto inglés!, estoy saturado...", y te sucede el efecto contrario: estás tan saturado del "idioma intruso", que por la noche era complicado seguir comprendiendo. Es como si tuvieras un cupo de tiempo en tu cabeza para aprender el idioma, y cuando llegabas al tope, ya no te entraba nada más...
Así estuve los primeros dos meses más o menos... una lucha diaria, entre lo que tienes que aprender para poder comunicarte, y la limitación que tiene tu mente para seguir capturando información...

viernes, 6 de abril de 2012

Vivir en solitario: Dublin (XV)

Cuando llevaba muy poco tiempo en la casa, se presenta el casero para conocerme.
Peter me dice que había hablado con él y que vendría esa misma tarde para hablar conmigo. Yo no sé la cara que le habré puesto, porque enseguida me dijo que no me preocupase, que solo quería conocerme...

Cuando llegó a la casa, compruebo que era un hombre de grandes dimensiones, simpático, y que hablaba muy deprisa. De todo lo que me dijo no entendía absolutamente nada... mi cara de desconcierto sería un poema. Tenía que negociar con un señor las condiciones del alquiler, pero no era capaz de comprender nada de lo que me decía... fue muy triste y penoso para mí... Tuvo que escribirme los números en un papel, porque la comunicación era imposible.

Creo que mi cara lo decía todo, porque en un momento dado el hombre parece que, pese a los esfuerzos, tira la toalla conmigo, y me dice que no me preocupe, que cuando lleve un tiempo viviendo allí podré entender...

Recuerdo esa charla con cierta tristeza, porque para mí ya era evidente que mi nivel de inglés era penoso, por lo menos el oral, pero que lo sacaran a relucir nuevamente... fue agobiante para mí!.
Yo era una persona tremendamente perfeccionista por aquel entonces, muy exigente conmigo misma. Después de haber vivido en Dublin, de haberme pasado los primeros meses sin casi poder comunicarme con el resto de los mortales, aprendí, que en la vida, hay cosas que no son perfectas, que no dependen de mí y que necesitan un tiempo para germinar... Aprendí a darle un tiempo a las cosas, y aceptarlas como son. Aprendí a reirme de las situaciones, aunque no fueran favorables para mí...

En definitiva, aprendí a ser más humilde conmigo misma, a dejar de castigarme por no hacerlo todo de manera perfecta... fue el primer paso de lo que vendría después, porque pasaría bastante tiempo hasta que comencé a controlar el idioma, lo que me exigió colmarme de paciencia, a no enfadarme conmigo por no ser capaz de comprender... tiempo al tiempo!!.

En cualquier caso, en un próximo post hablaré del aprendizaje de un idioma, de sus fases, de sus tiempos...

Parque en Dublin.

martes, 3 de abril de 2012

Vivir en solitario: Dublin (XIV)

Durante mi primer fin de semana en Dublin, me dediqué a estudiar la información que había recogido de las diferentes escuelas de inglés y a conocer la ciudad.
No había mucha diferencia entre unos centros y otros. Finalmente me decanté por el centro DBL, me pareció el más serio.
Las clases eran todos los días, de 12:00 hs. a 15:00 hs. Con media hora de descanso para comer, de 13:30 hs. a 14:00 hs. 
Cuando llega el lunes, me presento en la escuela y me hacen una prueba de nivel para saber en qué curso ponerme. Como la diferencia que había entre mi nivel de gramática y la de comprensión era muy grande, deciden ponerme en la clase de básico 2.

Yo tenía un problema muy grande, y es que sabía mucha gramática, pero era incapaz de comprender cuando me hablaban. Me expresaba sin problemas y podía decir y pedir lo que quería, pero cuando me respondían no entendía casi nada...

En principio me apunto para 4 meses, con posibilidad de extender mi formación. Los libros me los facilitaba el propio centro.
Cuando entro a la clase, cual es mi sorpresa al descubrir que soy la única occidental. Eran todos chinos!, jajaja.

La profesora era una mujer muy agradable, que hablaba muy despacio, cosa que agradecí, de lo contrario hubiera sido imposible seguir una clase para mí...
La mujer era tan buena, que a veces perdía el control de la clase. Los alumnos parecía que pasaban un poco de ella, y a mí me daba mucha pena... se veía que se esforzaba, pero mis compañeros no se tomaban muy en serio las explicaciones.

Mi primer día de clase fue tranquilo, además me ayudaba a crearme una disciplina: a estudiar, a levantarme por las mañanas a una hora decente, a tener una actividad que hacer...

Centro comercial de Dublin.