martes, 18 de marzo de 2014

Dublin y Juyeon tiene novio...

Cada cierto tiempo venía a nuestra casa el novio de Juyeon.

Era un chico muy jovencito, de Alemania, y que Juyeon había conocido en la Universidad, en Estados Unidos, siendo ambos estudiantes internacionales.

Como ella era de Corea y él de Alemania, ambos decidieron, de mutuo acuerdo, que su relación tendría fecha de caducidad, es decir, cuando ella se volviese a Corea la relación se terminaría.
Mientras tanto disfrutarían de la compañía el uno del otro.

Como el visado de estudiante se les terminó, él tuvo que regresar a Alemania, y ella pidió visado para 6 meses en Irlanda.

Cada dos o tres semanas el chico venía a nuestra casa para quedarse el fin de semana.

Yo hablé muy poco con él, y siempre me llamó la atención el modo que tenían de comunicarse el uno con el otro, ya que el ingles no era la lengua materna de ninguno de los dos, asique la comunicación no sería muy fácil.

En alguna ocasión le pregunté a Juyeon cómo hacían para hablar entre ellos, y me dijo que más o menos se entendían, aunque había ocasiones en las que la comunicación era imposible.
Cuando llegaban esos momentos, lo intentaban con señas, pero no siempre funcionaba.

Había fines de semana que se iban juntos a Francia, u Holanda.
A juyeon le fascinaba esto, porque decía que como en Europa todos los países estaban tan cerca los unos de los otros, resultaba realmente sencillo el poder viajar y conocer sin tener que recorrer demasiados kilómetros.

Yo a él siempre lo vi muy enamorado de Juyeon. A ella no tanto de él. O por lo menos era la imagen que me daban.
Y creo que el tiempo me terminó dando la razón, porque cuando llegó el día de la despedida cada uno lo asumió de la manera que yo me esperaba. Un día para olvidar...

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