lunes, 30 de diciembre de 2013

Dublin y el día que me propusieron ser madre...

Durante el mes de noviembre, recibí muchas visitas en poco tiempo. Coincidió que durante algunos fines de semana familiares y amigos vinieron a conocer la ciudad.

El primero en visitarme fue un conocido de una amiga mía, que se llamaba Jose. Llegó un viernes por la tarde y se quedaba hasta el domingo, asique sabiendo que estaría poco tiempo en la ciudad, decidimos quedar el sábado por la mañana al pie de la aguja de O'Connell St.

La sensación de verle, lejos de España, fue sumamente rara para mí, sobre todo porque yo tenía que hablar español con él todo el tiempo... algo a lo que yo ya no estaba acostumbrada.
Al vernos, tan lejos de casa y después de tantos meses, nos dimos un gran abrazo!. Yo me alegré enormemente de verle!.

Con él, estaba un amigo suyo italiano, pero hablaba perfectamente español.
Después de los saludos pertinentes, decidimos recorrer un poco la ciudad. Los llevé a los sitios más emblemáticos de Dublin. Después de haber pateado un poco, decidimos ir al Café Bell, mi cafetería preferida!.

Allí hablamos largo y tendido de lo vivido durante los últimos meses.
Tanto Jose, como su amigo, son gays, aunque no pareja. En un momento de la conversación, hablamos de nuestros proyectos de futuro, y le indico a Jose que algún día me gustaría tener un hijo, a lo que él me dice que también sería su ilusión, pero teniendo en cuenta que es gay, lo tendría mucho más difícil que yo...

Asique en un acto sin pensar, los dos decidimos que si pasados unos años yo no tenía pareja, él podía cederme su esperma y yo inseminarme en una clínica.
Decidimos, que una vez que el niñ@ naciera, nos mudaríamos uno cerca del otro para que nuestro hijo no tuviera que desplazarse demasiado para ver a sus padres...

Pensamos en el nombre en caso de niño y niña, y aunque nuestra preferencia era niña, no pudimos ponernos de acuerdo con el nombre, porque Jose era más clásico que yo...

En poco tiempo planeamos nuestro futuro como padres, bajo la atenta mirada incrédula y sorprendida de su amigo el italiano.
Salimos de la cafetería super contentos de saber, que a pesar de que no encontrásemos una pareja en un futuro, seríamos padres seguro!.

Hoy que han pasado algunos años de aquella proposición, he de decir que no lo tengo tan claro...

Vista del Café Bell, en Dublin...

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