lunes, 25 de noviembre de 2013

Dublin y no quiero hablar en español...

A los pocos días de haber comenzado en mi nueva clase de ingles, llega una chica española.
Ella y yo somos las únicas occidentales de la clase...

Curiosamente pertenecía al pueblo que está justo al lado del mio!. Qué casualidad!!!.

La chica es muy maja y ha venido a pasar dos meses en Dublin, para posteriormente, marcharse a Portugal a practicar portugués.

Desde el primer momento ella se dirige a mí en español, y yo le indico en ingles, que no hablo en español, que solo en ingles. Ella se siente molesta ante mi actitud, no la entiende ni la comparte.

Esta chica hacía lo que hacen muchos españoles cuando llegan a Irlanda: juntarse con otros españoles como ella. Vivía en un piso compartido con otros compatriotas, salía los fines de semana con ellos, y conmigo no dudaba en hablar en español.
Era evidente que su estancia de 2 meses no sería suficiente para mejorar su nivel, pero si encima no propiciaba el hablar ingles todo lo posible, pues... tiempo mal aprovechado!.

Este error es muy habitual el cometerlo, y es una pena, porque se invierte mucho dinero y tiempo que acaba en la basura...

Desde entonces su actitud era esquiva conmigo, hablaba lo justo y necesario, aunque por suerte para mí, solo lo hacía en ingles!.
Desde mi punto de vista, creo que ella pensaba que yo era una rarita, una antisocial... pero nada más lejos de la realidad!, yo solo quería aprender ingles... y veía que tenía ante mí, una oportunidad de oro que quizás nunca más en mi vida podia volver a repetirse...

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Dublin y el perro no me deja trabajar...

Un día recibo un mensaje de mi jefa diciéndome que fuera a trabajar un poco antes. Y así lo hice.
Tuve que salir pitando de mi clase de ingles para poder estar una hora antes como ella me pedía.

Cuando me presento en la casa toco el timbre y nadie me abre. Sin embargo, escucho ladrar al perro del otro lado de la puerta del garaje.
Espero. Toco timbre otra vez. Nadie responde. Espero otra vez. Pasados unos 20 minutos sin obtener respuesta, le envío un mensaje a mi jefa diciéndole que estaba en la puerta esperándola.

Ella me contesta a los pocos minutos, alegando que se le había hecho tarde y que no podia abrirme, pero que no me preocupase, ya que la puerta de la entrada estaba abierta. Que entrase y limpiase un poco.
Nuevamente la confianza dublinesa en cuanto a seguridad que nunca dejará de sorprenderme...

Viendo que estaba en la puerta de la casa, que tenía el permiso de mi jefa y que además necesitaba el dinero para poder hacer la compra de la semana decidí entrar...

Sin embargo, hubo un detalle con el que no contaba: el perro.
No recuerdo como se llamaba, pero si que tenía un nombre difícil de pronunciar...

Me acerqué a la puerta del garaje, y escuché al perro como transformaba sus ladridos en gruñidos nada amistosos.
Yo también tengo perro, y sé diferenciar cuando uno es o no es bienvenido, y en este caso no había ninguna duda...: el perro no me quería en la casa.

Como veo que no puedo acceder a la casa por el garaje, lo intento por la puerta del salon, es decir, por la entrada principal.
Cuál es mi sorpresa cuando descubro que la puerta que conecta al garaje y la casa está abierta y el perro, al escuchar que intento acceder a la casa por la otra puerta, da la vuelta y se presenta en la principal ladrándome y gruñiéndome a partes iguales... Asique urgentemente cierro la puerta!.

Asique me quedo en el jardín, pensando qué hacer para poder entrar, pero teniendo miedo que los vecinos me viesen y pensaran que era un ladrón, con el consiguiente riesgo que llamasen a la policía...

He de decir que el perro era enorme, pesaría unos 30 ó 35 kilos aproximadamente, y tenía bastante mala leche...

Asique a riesgo de perder un brazo con aquel animal, decidido, después de unos 15 ó 20 minutos, desistir de mi intento. Y pese a que necesitaba trabajar, más necesitaba mantener mi pellejo a buen resguardo.

Le mandé un mensaje a mi jefa diciéndole que me marchaba, ya que el perro no me dejaba entrar a la casa. Y me fui.

Por suerte, días después volví, ya estando la dueña en la casa, y me pagó el día que no había trabajado por las molestias, algo que le agradecí enormemente, ya que el dinero me hacía mucha falta...
Y el puñetero del perro, mientras tanto, me miraba desde su camita con cara de angelito... sera desgraciado!.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Dublin y la misteriosa mujer de la iglesia...

Una tarde, después de salir de clase, decido recorrer un poco la ciudad.
Me encantaba meterme por las callejuelas perdidas de Dublin y poder descubrir lugares nuevos e interesantes!.

Adentrándome por la calle Marlborough descubro una iglesia. Desconozco su nombre, pero si os puedo asegurar que lo único que os indicará que es una iglesia es la cruz de la puerta... Su apariencia externa es de banco, o edificio oficial.
Asique viendo su rareza, me decidí a entrar...

La iglesia por dentro era realmente enorme!. Pero nada que la hiciera diferente a cualquier otra iglesia que hubiera visto antes.
La recorro de un lado a otro, hasta que decido sentarme para poder contemplar al detalle las pinturas del techo.

Justo delante mía, hay una mujer sentada que está rezando. De golpe, entre rezos, la escucho sollozar. Al principio lo empezó a hacer muy bajito, apenas yo podia escucharla... pero a los pocos minutos comenzó a subir el volume y yo podía perfectamente oir como la mujer no podia parar de llorar. Lo hacía de manera desconsolada.

Yo no dejaba de observarla, y es que de alguna manera ella me recordaba a mí: se encontraba sola en una iglesia, triste sin nadie pudiera consolarla.
De algún modo yo también me sentía así en Irlanda: estaba sola, algunas veces triste ante la soledad y no tenía a nadie que pudiera consolarme...

Yo no podia preguntarle que le sucedía, y seguramente tampoco hubiera podido hacer nada con su problema, no lo sé...
Cuando me incorporo desde mi sitio, veo que no es irlandesa, tiene rasgos típicamente sudamericanos. Y pude, de alguna manera, imaginarme su situación personal...

En un momento, veo que la pobre mujer, entre lágrimas, está buscando algo con qué secarse las lágrimas y poder limpiarse la cara.
Rebusca en el bolso, en los bolsillos... pero no tiene nada.

Yo abrí mi mochila, y encontré un paquete de clinex, y dude si debía o no ofrecérselo, ya que creo que ella no se había percatado de mi existencia hasta el momento.
Pero pensé que aunque no podia hacer nada por ella, quizás podría ofrecerle un pañuelo.

Me incorporé un poco y le toqué el hombro para que se girase. Ella, incrédula se gira, pero evita mirarme a la cara, yo le ofrezco los pañuelos, que ella acepta sin parar de llorar y con leve gesto de agradecimiento.
Me dice algo muy bajito, que no llego a comprender. Se da la vuelta y sigue llorando desconsoladamente.

Yo me levanté de mi sitio con intención de marcharme, desconozco si ella se giró para mirarme mientras me iba.
La dejé allí, sola y llorando. Cuando salí al exterior de la iglesia la luz, después de venir de la oscuridad, me deja un poco cegada, y empecé a preguntarme si aquella misteriosa mujer de las lágrimas, se habrá preguntado después quién era yo, qué hacía allí y porqué me estaba fijando en ella... Y sobre todo, porqué había decidido ayudarla sin pedirle nada a cambio...

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Dublin y mi nueva clase...

Como os comenté en el anterior post, después de estar uno o dos meses con la profesora de ingles cascarrabias, el lunes empiezo en una nueva clase, con un nivel más avanzado.

El primer día me presenté allí, con mi hoja de cambio de clase en la mano.
La profesora es una chica rubia, de unos ojos azules impresionantes y es joven. Os aseguro que si esa chica hubiera pasado una temporada en España más de uno hubiera intentando ligársela, porque era realmente guapa!.

Me dice que me siente en la primera mesa. A mi alrededor, una vez más, me encuentro rodeada de chinos... excepto por uno de ellos que es Filipino y era un auténtico show... Ya hablaré de él en otra ocasión!.

Desde el primer momento, descubro que a mi nueva profesora de ingles no le entiendo absolutamente nada: tiene un acento muy cerrado y para mi gusto habla un poco deprisa... asique empezar, empiezo mal...
Era un poco agobiante estar en una clase en la que la profesora da instrucciones de lo que se tiene que hacer, y como yo no entendía nada, me limitaba a seguir a mis compañeros, es decir, estaba observándolos todo el tiempo y repetía lo que hacían.

El problema era cuando mandaba a hacer un ejercicio. Yo simplemente no sabía lo que tenía que hacer.
En una ocasión la profesora me ve un poco perdida y se me acerca. Le indico que tengo serias dificultades de comprensión, a lo que me responde lo de siempre: "paciencia".

Yo ya estaba cansada de escuchar siempre lo mismo, que tuviera paciencia, que sería cuestión de tiempo... pero yo lo único que veía era que el tiempo pasaba, pero yo seguía estancada en mi comprensión, sin avanzar y sin comprender... Cuánto más tenía que esperar para ver resultados?...

martes, 12 de noviembre de 2013

Dublin y me cambio de clase...

Mi profesora de ingles quiere tener una charla conmigo después que termine la clase.
Yo llevaba con ella uno o dos meses, no más. Y sinceramente había días que iba con mucha tension: siempre estaba de mal humor y no dudaba en pegar voces a mis compañeros los chinos.
Se notaba que, como estaba embarazada, las hormonas estaban haciendo de las suyas con ella...

Al finalizar la clase, y una vez se han ido todos, me dice que no puedo continuar asistiendo a la clase de nivel intermedio. Sé más gramática que los demás, mi vocabulario es extensor y es evidente que si continúo en sus clases no avanzaré.

Asique me dice que la semana que viene, debo asistir a la planta de abajo, o lo que es lo mismo: a la clase de nivel avanzado.

Yo le indiqué que tenía serios problemas para entender, que si, que podia hablar, escribir y leer sin problemas, pero el listening... era todo un problema para mí!.
Ell argumentó el cambio diciéndome que mis dificultades auditivas tenían solución con un poco de paciencia y práctica, que no era nada preocupante... Es decir, el mismo rollo de siempre... pero yo seguía sin comprender cuando la gente se comunicaba conmigo...

Me fui a trabajar aquel día con cierta preocupación: qué iba yo a hacer en un nivel avanzado si no entendía absolutamente nada??, no se porqué, pero me veía nuevamente subiendo a la planta de arriba en poco tiempo...