Mi lugar favorito en Dublin por antonomasia era el Café Bell. Se encuentra en Sráid Clarendon, calle paralela a Grafton St.
La
cafetería se encontraba muy, muy, muy escondida. No es una calle
especialmente transitada, y se puede acceder a la cafetería a través de
la mencionada calle, o entrando a la iglesia de Grafton St.
Una
vez que se entra a la iglesia, ésta es como un pasillo, teniendo el
alta a la derecha, y justo en frente, la iglesia se ensancha, albergando
unos bancos para poder sentarse. Justo al lado de estos, hay una puerta
de salida.
Cuando se las atraviesa, se accede a un patio, y justo dentro del patio está la cafetería…
Qué
cómo la encontré?. Pues de la manera más casual… fui un día al salir de
clase a esta iglesia. Había pasado muchas veces por la puerta, pero
nunca había entrado. He de decir, que ni siquiera la iglesia está en
Grafton St., sino que está en una callejuela perpendicular muy estrecha.
Si uno camina un poco despistado se pasa de largo…
Pues
bien, un día entré a la iglesia para conocerla, la recorrí por dentro, y
vi que había unas puertas detrás de los bancos. Pensé: “mejor salir por
aquí, porque por la otra puerta ya sé lo que hay…”, cuando salí al
patio me encontré con un patio, y al final, estaba la cafetería.
Pronto
me llamó la atención, porque estaba tan sumamente escondida que no
podía creérmelo. Cuando entré, enseguida me dije a mí misma:” este será
mi lugar especial en Dublin…”
Por
qué me gustó?: Tiene una decoración de los años 20. Muy antigua. El
suelo es de madera y es un lugar muy tranquilo. Tiene demasiada luz, y
es precisamente esto lo que hace que sea un lugar especial en Dublin…
Que era lo que no me gustaba?: Bueno, no tenía mucha variedad de bollos y galletas. Aunque lo que tenían estaba muy bueno!.
Alguna
anécdota?: Una día fui a estudiar allí mientras me tomaba un chocolate
caliente. Estando con mis libros de inglés, hay algo de la gramática que
no entiendo. Justo al lado de mi mesa hay un señor mayor leyendo un
periódico. Sin dudarlo, me levanté, me acerqué a él, y le indiqué que
estaba estudiando inglés, y que no entendía lo que decía el libro.
El hombre, muy gustosamente me lo explicó. Una vez más… la hospitalidad irlandesa!!.
Nuestra
conversación continuó con el conocimiento de la lengua irlandesa, que
no es el inglés. Los niños en los colegios están obligados a estudiarla,
aunque en la realidad, casi nadie la habla. Exceptuando en los pueblos.
Café Bell. Dublin. Yo solía sentarme en la mesa del fondo en la parte central de la segunda fotografía.
Jejeje, recuerdo perfectamente ese rinconcito. Cuando viajé a Dublín el año pasado me pasé por ahí pero estaba cerrado por reformas, creo (¿recuerdas que te lo dije?). La verdad es que es un lugar especial por lo escondido del local, era muy chulo meterse por ese callejón y encontrarte de frente con una virgen en un mini altar. Ayy, Dublín...
ResponderEliminarBesitos!
Si, si, claro que me acuerdo que fuiste allí!. Cuanta ilusión me hizo volver a ver al Café Bell años después!!
ResponderEliminarHola... ya regresaste a tu ciudad? como te fue?
ResponderEliminarYo soy venezolana y pronto me ire a Dublin, tengo miedo pero ansias. Y no dejo de leer blogs y post de personas que han ido a estudiar a dublin.
Como te fue con el idioma?
Gracias.
Hola!.
ResponderEliminarBueno, el tema del idioma fue complicado al principio. Sobre todo para entender cuando te hablan, porque tienen un acento muy cerrado... Pero con el tiempo el oido se acostumbra, solo es cuestión de tener paciencia. Eso si!, no desesperes si tienes problemas para expresarte!, los irlandeses son muy pacientes y sociales y no tendrán ningún problema en ayudarte!