miércoles, 20 de febrero de 2013

Vivir en solitario: Dublin (XLV)

Todos somos diferentes. Y hay que respetarlo. Es una regla de oro para convivir con los demás.
Peter parece no conocer esta regla, y no tarda en tener algún que otro choque con sus compañeros de piso.

Juyeon es una chica que le encanta la moda, es más, ha estudiado una carrera relacionada con ella. Le fascina!. Donde yo veo un trapo sin mucho valor, ella es capaz de ver un diseño a la última moda con orígenes de la década de los 20… Increíble!.
Ella y yo no solemos hablar mucho de ropa, simplemente porque yo no tengo mucho que aportar al respecto. Yo solo busco ropa cómoda que me siente bien. Eso es todo.

Una tarde, mientras estábamos cenando, Peter le pregunta cómo es posible que le guste tanto unos trapos. Juyeon le dice que la moda es solo para entendidos, para los amantes de la ropa. No contento con la respuesta, Peter le dice que la moda es una estupidez, una pérdida de tiempo. Le parece increíble que haya gente que sea capaz de ver en un trapo tantas tonterías.
Yo escucho la conversación, sin dar crédito… pero cómo es posible que haya gente así?, que no sea capaz de respetar que haya gente que piense o tenga gustos diferentes?. Yo meditaba: si Juyeon es feliz con su armario, quiénes somos nosotros para impedírselo o cuestionárselo??... La discusión comenzó a subir de tono. Juyeon comenzó a ponerse nerviosa. Y la entiendo.
Peter no dejaba de meterse con ella… Al final, Juyeon se levantó de la mesa, recogió sus cosas y se fue.
Yo no dije ni una palabra, pero no me pareció correcta la actitud de Peter.

Más tarde Juyeon bajó, mientras yo estaba fregando mis cacharros, y con un tono como de justificación, me dijo: “A mí me encanta la moda, creo que no hago mal a nadie”. Yo la miré, mientras me secaba las manos y le dije: “Claro que no haces mal a nadie, si tu gusta y has estudiado moda en la Universidad de Korea, debes seguir tus instintos!”. Me sonrió y se fue.

Días más tarde, me tocó a mí. Estando solos Peter y yo en la cocina comenzó a preguntarme por qué no quería relacionarme con nadie en Irlanda. Me decía que el sexo era fantástico y más si éste era con compromiso. Mi respuesta: “No me gustan ese tipo de relaciones”. Él siguió insistiendo, diciéndome que el sexo era algo natural y no pasaba nada si decidía acostarme con alguien en la casa. Volví a responderle que no. Pero no contento con la respuesta siguió cuestionándome mi decisión de no buscarme un ligue.
En otras ocasiones, también cuestionó mi trabajo, que me pagaban poco, que era una mierda, bla bla bla bla… y me pregunta es: por qué él se metía con nuestras vidas si nadie se metía con la suya?... Nunca obtuve respuesta…

 Dublin

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