domingo, 13 de mayo de 2012

Vivir en solitario: Dublin (XX)

Cuando salía de la escuela, muchos días me dedicaba a recorrer la ciudad antes de irme a casa...
Paseaba muchas horas recorriendo callejuelas, iglesias, y rincones escondidos de Dublin.

Cuando pasa el tiempo, necesitas encontrar TU lugar en aquella ciudad. Un lugar "especial", escondido, y cuyo significado únicamente lo conoces tú.
Yo recorría aquellas calles buscando "mi lugar" en aquella pequeña ciudad llamada Dublin... Y lo encontré. Era una pequeña cafetería, escondida detrás de la iglesia de Santa Teresa, en Grafton St. Se encontraba sobre la calle Clarendon St., pero se podía acceder a ella a través de la iglesia también.

Era un lugar tranquilo, escondido de todo bullicio de la ciudad, guardaba el recuerdo de las cafeterías de antaño, con su suelo de madera, sus sillas viejas, sus relojes antiguos... y allí me presentaba yo, cada viernes por la tarde, cuando terminaba mis clases!.
Allí sacaba mis libros y me ponía a estudiar tranquilamente mientras me tomaba un chocolate caliente.

En las mesas de al lado, siempre había gente charlando en voz baja. En una ocasión, mientras estudiaba, un anciano de la mesa de al lado me observaba y me sonreía con educación. Yo no entendía un ejercicio que estaba haciendo, y levanté la mirada y le pregunté una duda que tenía con el inglés... El hombre, fiel al espíritu irlandés de la cordialidad, la hospitalidad y las relaciones sociales, me explicó.

No negaré que aluciné con la reacción de aquel hombre, que me explicó un tema de su idioma que yo no entendía como si me conociera de toda la vida...

Muchas gracias Mi yo del pasado por haber compartido conmigo mi rinconcito especial!

Café Bell, Dublin.

1 comentario:

  1. Ciertamente ese sitio era especial. Bien escondido para hacerlo único. Una pena que estuviera cerrado cuando fui. Ya volveré :)
    Un abrazo!

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