sábado, 25 de febrero de 2012

Vivir en solitario: Dublin (IX)

Después de caminar, y ya con la ilusión de haber encontrado la calle, veo la casa que estaba buscando!. Toco el timbre, espero y no escucho nada... Había acordado con el chico a la hora a la que llegaría aproximadamente. Al cabo de unos minutos, escucho unos pasos. Me abre la puerta un chico, más o menos de mi edad. Nos presentamos y me hace pasar dentro.
La casa constaba de una planta baja y de un primer piso. Dejo mis cosas en la entrada del chalet, y recorro con el chico el interior de la vivienda. Me enseña la habitación que estaba en la planta baja, lo primero que me impactó fue el enorme mural que tenía: sobre un fondo negro, unos dibujos blancos sin forma definida. Me encantó!. El chico me confesó que había sido él quien lo había dibujado, ya que era diseñador gráfico.
Lo segundo que me llamó la atención: la enorme suciedad que tenía la habitación!, el último inquilino no había recogido nada, y además de estar todo sucio, el edredón blanco encima de la cama estaba mugriento (me dió un asco increíble), las sábanas revueltas y bastante sucias, la alfombra del suelo tenía vida propia, las cortinas daban asco y en regla general olía mal...

El chico que me atiende, de nombre Peter, me dice que hay 2 habitaciones más que están vacías. Las dos se encuentran en el piso de arriba. Le pido verlas. Una de ellas era tan pequeña,  que únicamente entraba una cama individual y un armario. Daba claustrofobia...
La otra estaba peor que la anterior, tenía humedades, no tenía muebles y olía peor que la primera. Por lo que no me queda otro remedio que coger la primera habitación de todas.

Después de no haber dormido, de haber viajado, los nervios, las idas y venidas con las maletas... me toca ponerme a limpiar... qué remedio!.
Las sábanas las tiré, abrí las ventanas para ventilar, la alfombra pasó a mejor vida, limpié el polvo, pasé las apiradora... le pedí a Peter que me acompañara a comprar comida, porque sabía que las tiendas en Irlanda cierran más pronto que en España, y no tenía nada para comer... De paso, compraría sábanas nuevas...
He de decir, que Peter se portó genial conmigo!. Me ayudó en todo lo que pudo...La caminata que hago con él hasta el supermercado, me ayuda a conocer un poco mejor el barrio. No hablamos mucho, dado que mi inglés era muy pobre... pero los gestos ayudaban mucho...
Cuando llegamos al supermercado, me asustan los precios... eran mucho más elevados que en España... más tarde descubriría que ese supermercado era como tipo El Corte Inglés de aquí, prohibitivo para bolsillos de presupuesto reducido como el mío...
Ya existían las cajas de autopago, que más tarde se copiarían en España... pero a mí me llamaron la atención en aquel momento!...
Peter, me dice que tampoco es necesario que compre mucho, que si necesito algo, él puede prestarme... con que compre algo para tirar hoy y mañana sería suficiente...
En la tienda de sábanas, tuvo que ayudarme Peter, ya que la dependienta me pregunta las medidas de la cama y yo no tenía ni idea... elegí unas muy alegres, que aun conservo con mucho cariño...

Unas 2 ó 3 horas después de haber llegado, la habitación era una historia muy diferente, hasta el propio Peter se sorprendió del cambio!.

La casa donde vivía vista por fuera. Mi habitación era la ventana de la derecha de la puerta, en la planta baja.

Mural de mi habitación, realizado por mi compañero Peter... Un auténtico artista!. Todo el mundo que entraba se quedaba con la boca abierta...




Mi habitación, y mi portátil...

 La cocina, que a la vez era salón y comedor. Era enorme, calculo que tendría unos 50 ó 60 metros cuadrados... daba al jardín trasero. 

 Jardín trasero. Vista desde la cocina.

 Calle donde vivía...

El resto del día me dedico a prepararme la cena, a configurar la conexión de Internet de mi portátil, y por supuesto, hablo con mis padres, ya que eran como las 7 de la tarde, y aun no tenían noticias mías...

La duchita fue muy agradecida, y cuando apoyé la cabeza en la almohada, conseguí relajarme, después de un día bastante tenso... Aunque, mientras estaba en la cama, me costó un poco dormirme, y pensaba, en todo lo que había hecho aquel día desde que me había levantado, para llegar hasta donde había llegado...

6 comentarios:

  1. No entrarías en un SPAR, verdad? son carísimos jajaja.
    Me encantan tu historias de Dublín. Una lectura muy entretenida :)
    Un saludo!

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  2. Jajaja, si, si que he ido a un SPAR!... aun tengo un boli de ese supermercado en mi casa...
    Como estuve bastante tiempo en Dublin, me pasaron muchas anecdotas, la mayoría graciosas... El escribirlas me ayuda a no olvidarlas!... que ya me estoy haciendo mayor... jajaja

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  3. Escribe, escribe, yo las iré leyendo. Además, no dudaré en preguntarte a medida que se acerque mi viaje a Dublín :)

    Por cierto, aquí te dejo mi blog por si te apetece pasarte de vez en cuando.
    Un saludo!

    http://cartasamifuturoyo.blogspot.com/

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  4. Hola mi yo del pasado!,

    Cuándo vas a tierras dublinesas?...
    El otro día entré en tu blog, me alegra el poder ver que hay gente todavía que piensa por sí misma...

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  5. Pues voy el 22 de abril. Iba a irme solo pero al final le pregunté a mi madre si quería venirse conmigo y me dijo que sí :) Tengo muchas ganas de enseñarle la ciudad y tomarme una pinta con ella en el Toners.

    Gracias por pasarte por mi blog.

    P.D.: Por cierto, te he comentado en tu nueva entrada. Muy buena como siempre :)

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  6. Asique el 22 de abril, eh?... te vas a vivir allí?, a pasar una temporada?, o pasar unos días?...
    Tómate una buena pinta a mi salud!, ;)

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