Cuando regresé de mi viaje de Barcelona, tan solo me quedaban unos 4 días antes de mi marcha a Irlanda...
Recuerdo aquellos días como tristes...
Me compré un portátil (que es el que utilizo actualmente) y un libro de cocina, ya que no suelo cocinar mucho, para qué negarlo?¿...
Esos últimos días aproveché para quedar con amigos.
La noche anterior no la olvidaré jamás. No pegué ojo, estaba super nerviosa y no me encontraba muy bien... Creo que tenía una mezcla de ansiedad con nerviosismo que no me dejaba pensar con claridad.
Quería irme, si, quería vivir una experiencia, si, pero iba a estar sola, y eso no me hacía mucha gracia...
Recuerdo las palabras alentadoras de mi padre. Me llamó por teléfono, creo que serían cerca de las 10 de la noche. Él también había tenido que marcharse de su país, solo, sin dinero casi, para poder darle un futuro a su familia...
Sus palabras fueron de mucha ayuda. La clave?: si aquello no te gusta, siempre tienes la opción de volver...
Dublin, Irlanda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario