lunes, 27 de julio de 2009

Mi primer viaje: Roma (V). El Vaticano.

Como aquella mañana había decidido cambiar mis planes después de la buena quemada a lo bonzo que me había hecho el día anterior, pensé que la mejor opción sería visitar el Vaticano.
No tendréis ningun problema en llegar, ya que la parada de metro se llama "Vaticano"... al salir de la estación os tocará andar un poco, pero no os preocupéis, está bien señalizado, además, podréis ver la enorme cúpula desde cualquier punto.

Un dato importante que tenéis que tener en cuenta es que para poder entrar a la Iglesia deberéis ir vestidos "decentemente". Es decir, nada de faldas cortas, bermudas o camisetas de tirantes. Un grupo de personas a la entrada de la iglesia estudiará muy atentamente vuestro vestuario.
Un ejemplo de como fui yo:


Vaticano. Septiembre de 2007.

Por fuera os sentiréis "abrazados" por la arquitectura, y podréis ver a montones de turistas escondidos entre las columnas del edificio... Yo saqué unas fotos increíbles!.















Uno de los brazos de la Iglesia del Vaticano. Septiembre de 2007.


Parte interna de uno de los brazos. Septiembre de 2007.


La iglesia es absolutamente impresionante por dentro, aunque demasiado obstentosa teniendo en cuenta el auterismo que el cristianismo promueve en cuanto a bienes materiales se refiere.
Pero bueno, es lo que tiene el barroco...
Dentro podréis disfrutar de la maravilla de La Piedad de Miguel Angel, la auténtica!, que seguramente habréis visto en montones de libros de arte.
Ahora tendréis la posibilidad de poder disfrutarla en vivo en directo!, siempre y cuando los montones de turistas os lo permitan, ya que es una de las obras mas solicitadas de la iglesia...

Tenéis la posibilidad de subir a la cúpula, previo pago, para poder disfrutar de las vistas de la ciudad. Existen 2 tickets: uno para subir por las escaleras (nada recomendable dada la cantidad de peldaños que hay), y otro para subir en ascensor.
Por la diferencia de precio no merece la pena llegar sin aire a la cúpula... aunque si estáis bien entrenados podéis probar!.
Arriba os esperará unas maravillosas vistas de Roma y de la Ciudad del Vaticano, y una tienda de souvenirs...

La Ciudad de Vaticano propiamente dicha, está vallada y no se puede entrar. Aunque desde la cúpula podréis ver las instalaciones donde vive el Papa.





La Piedad de Miguel Angel. Vaticano. Septiembre de 2007.


















El Vaticano también tiene un regalo para los amantes del arte: el Museo del Vaticano. Tendréis que andar un poco desde la Iglesia hasta el museo, pero no os preocupéis porque está bien señalizado.
Preparaos para hacer unas colas de infarto para poder entrar... A veces puede haber cientos de personas delante vuestro!. Asique os aconsejo que vayáis temprano.

En su interior encontraréis obras tan famosas como "La Escuela de Atenas" de Rafael, que desgraciadamente yo no pude ver porque comenzó el cierre del museo.
O la niña bonita del Vaticano: "La Capilla Sixtina".
Lo cierto es que siempre me imaginé que sería enorme, pero al entrar descubrí que la sala no era tan grande como me esperaba, y que además no se podía sacar fotos... hay unos guardas que os lo prohibirán al grito de: "No Photos, please!".

Pero como yo no pensaba irme de allí sin una foto tomada por mí, me escondí la cámara debajo de la manga de la camiseta, me senté pacientemente en uno de los bancos y distraídamente tomé unas cuantas fotos. Si, es verdad, no son de buena calidad, pero yo de allí no me iba sin fotos mías!!!.

La Capilla Sixtina. Septiembre de 2007.
Con la cámara escondida tomé esta fotografía, donde puede verse la creación de Adán, una de las pinturas más famosas.















En el Museo, además de poder ver las obras más famosas de la pintura, tendréis la posibilidad de contemplar pinturas, cerámicas, esculturas... menos conocidas pero igualmente increíbles!.


Laoconte y sus hijos. Vaticano 2007.
Esta obra tuvo una enorme historia antes de llegar finalmente al museo. Fue encontrada por casualidad en unos viñedos, y el mismo Miguel Angel la identificó como la obra descrita por Plinio el Viejo, en donde resaltaba la enorme belleza de la escultura.
Fue contruida en una sola pieza de marmol, y aunque en el momento de ser hallada le faltaban varias partes, como el brazo de Laoconte y el cuerpo de la serpiente, no han sido pocos los escultores que han intentado completarla. Un ejemplo de ello es el mismo Miguel Angel, que realizó un brazo sustituto para Laoconte, aunque nunca se lo colocó.
En la actualidad podemos disfrutar de una obra incompleta, pero llena de fuerza, dramatismo y expresividad...















Vista del Vaticano desde la Cúpula de la iglesia. Septiembre de 2007.



















Ciudad del Vaticano. Septiembre de 2007.




















Guardias de Ciudad del Vaticano. Septiembre de 2007.


























Escalera en el Museo del Vaticano. Septiembre de 2007.

domingo, 26 de julio de 2009

Mi primer viaje en solitario: Roma (IV). Las situaciones inesperadas...

Siempre hay que tener en cuenta que nos pueden pasar cosas inesperadas en un viaje, por muy planificado que lo tengamos. Así me sucedió en Italia...
El día anterior en el foro romano había sido realmente estupendo, saqué unas fotos increíbles y fue una visita que mereció realmente la pena, sino hubiera sido porque olvidé mi crema protectora solar... Cuando le pedí a un turista en el foro que me sacara una foto delante de la Basílica de Majencio, metí la mano dentro de mi mochila para sacar la cámara, y de pronto descubro que mi piel estaba totalmente quemada... Para mi desgracia soy muy blanca de piel, y nunca debo estar demasiado tiempo expuesta al sol. Olvidé mi crema de protección solar y esas fueron las consecuencias...

Aquella noche llegué al hotel con la piel completamente enrojecida, tirante... al ducharme sentí como el agua me quemaba la piel con solo rozarme. Ya ni recuerdo la cantidad de crema hidratante que me puse, pero si tenía que volver a ponérmela cada hora, porque la piel la había absorbido y estaba seca nuevamente.
Pasé una noche horrible. Las sábanas me quemaban y cuando quería darme la vuelta en la cama tenía que hacerlo con mnucho cuidado.

Al día siguiente: fiebre.
Me quedé en la cama buena parte de la mañana, bebiendo agua y descansando. Hasta que a las 12 me levanté, me encontraba bien.
Pero no podía ni imaginarme el estar nuevamente al aire libre, quemándome otra vez... Asique tocó cambio de planes!. En un principio había pensado ir a las Termas de Caracalla, pero no estaba el horno para bollos...
Lo mejor en mi estado era estar en un lugar cerrado, con camiseta de manga larga que me cubrieran los brazos, los hombros y la nuca, que era lo que peor tenía, además de la cara, claro... Me fuí a una farmacia a comprar una crema de protección solar factor 50, que era lo que tenía que haber hecho nada más llegar...

Lo mío no tuvo mayor transcedencia, solo fueron unas líneas de fiebre, algunos malestares en el cuerpo debido a la fiebre y los dolores de tener la piel quemada. Pero poco más.
El único problema es que estás solo, y tienes que autoatenderte a ti mismo.
Lo mío fue una tontería, pero siempre he pensado que cualquier día de estos podía pasarme algo mucho peor en algunos de mis viajes... como romperme una pierna, pillarme alguna enfermedad grave o perder toda mi documentación...

En el caso de tonterías sin importancia como la mía, desde mi punto de vista, lo mejor es no contar nada a la familia que están en España, porque no haremos otra cosa más que preocuparles con cosas que en realidad no tienen mayor trascendecia.
Lo mío necesitaba unas horas de reposo y nada más.
A mí mis padres me llamaron por la noche, para ver que tal iba todo, pero nunca les dije nada de lo que había pasado. Cuando regresé a España si se lo conté, pero claro, ya había pasado todo.

Es importante llevar algún tipo de seguridad social, como por ejemplo la tarjeta sanitaria europea, o algún tipo de seguro médico cuando salís de Europa. Sobre todo en casos importantes...

Otro punto importante es tener a mano la dirección de la embajada de nuestro país. Nunca se sabe si tenemos que tirar de ellos en algún momento...

Como veréis, solo llevaba 48 horas en suelo italiano y ya me habían pasado varias cosas... fue un viaje un poco accidentado por haber sido el primero...


Pintura romana en Pompeya. Septiembre de 2007.

domingo, 19 de julio de 2009

Mi primer viaje en solitario: Roma (III). El Foro Romano.

Al día siguiente de haber llegado, decidí que sería buena idea ir a visitar al foro romano. No tendréis mayores problemas en encontrarlo: se encuentra justo en frente del Coliseo.
Un consejo?: no olvidéis una buena botella de agua y crema protectora. Serán vuestros mejores aliados.
Parte de la entrada al foro romano es gratuita, y la otra es de pago. Recomendable las dos para los amantes de la arquitectura, de la historia y de todo cuanto ha acontecido en Roma.

El foro romano os permitirá ver la vida política, religiosa y social de la antigua Roma. Rodeada de arcos, columnas, edificios...
Muchos de las construcciones que veréis han sido destruidas, en parte por el paso del tiempo, y por otro lado porque durante la Edad Media y el paso de los diferentes Papas que ha tenido el Vaticano, aprovecharon parte de los restos de la antiguedad para la creación de nuevos edificios.
Las piedras, pero sobre todo los mármoles, eran muy del gusto de los Papas, que no dudaron en excavar en busca de mas restos.


Foro Romano. Septiembre de 2007.

Aunque en un principio había planificado estar únicamente por la mañana en el foro, lo cierto es que su belleza me cautivó y dediqué todo el día.
De verdad, si realmente os gusta el arte romano, no dudéis en dedicar el tiempo que creáis necesario en disfrutar de esta maravilla, después de todo, estáis de vacaciones, no?...

Aquí os pongo algunos ejemplos de lo que podréis ver en el foro:


Templo de Romulo. Foro Romano.

Seguramente lo que más os llame la atención de este edificio sea la planta circular. Se conserva en muy buen estado. Aunque cuando yo fui estaba cerrado al público.



Templo de Saturno. Foro Romano.

Este edificio, del que solo queda la parte frontal, parte del friso y la base, tuvo una gran importancia en la antigüedad, dado que en su interior se guardaba el oro y la plata del Imperio.
Este edificio estaba dedicado al Dios Saturno, cuya figura se encontraba en el interior del templo y, según las fuentes, estaba hecha de madera.
El Templo de Saturno sufrió un enorme incendio, que obligó a su reconstrucción, y es dicha reconstrucción la que actualmente se conserva.

Con el paso del tiempo perdió su papel de reserva del oro y la plata, para pasar a ser un mero soporte de carteles.
En la actualidad es uno de los edificios del foro romano más emblemático.


Templo de Vesta. Foro Romano.

Para mí particularmente es unas de las construcciones del foro que más me gustan. De planta circular y rodeado de numerosas columnas, sufrió varias reconstrucciones a lo largo de su vida, pero siempre conservó su planta circular original.
Este templo estaba consagrado a Vesta, la diosa del fuego y del hogar. Contariamente a lo que se podría esperar, en su interior albergaba un fuego perpetuamente encendido, y no una figura de la diosa. Si el fuego se apagaba, era el augurio de grandes desdichas para la ciudad...



Templo de Venus y Roma. Foro romano.

Este templo es verdaderamente enorme, pese a que a lo largo de su historia ha sufrido numerosos incendios que obligaron a numerosas reconstrucciones, conserva aun sus enormes dimensiones.
Seguramente lo que más os llame la atención sea la reconsutrucción de sus columnas, realizadas de un material semitransparente, que le dan al templo una apariencia muy peculiar.
Las mejores vista de este edificio no las tendréis desde la calle o desde el propio foro romano, sino desde dentro del Coliseo, ya que al tener una gran altura podréis tener una perspectiva increíble de la construcción, algo que no se aprecia desde el suelo.
No se puede entrar, ya que está vallado.


Arco de Severo Séptimo. Foro romano.

Llama mucho la atención en este arco la decoración (muy abundante) y su enorme tamaño. Fue erigido para glorificar las victorias de Severo Septimo, emperador romano, y de sus hijos, Geta y Caracalla, frente a los partos.
En su momento, poseía una cruádriga de caballos con unas esculturas de los glorificados, pero se perdió.
Aunque posee una escalera para subir a la plataforma superior, su acceso no está permitido.

Arco de Tito. Foro Romano.

El Arco de Tito será vuestra primera bienvenida al foro romano si entráis por la puerta que da al Coliseo. Antes de eso caminaréis por encima de una fabulosa calzada romana...




Basílica de Mejancio. Foro de Roma.

Este edificio de enormes proporciones, fue construido para administrar justicia y para las relaciones comerciales.
Posee tres naves, cuya estructura sirvió de inspiración para las primeras iglesias cristianas, con tres enormes arcos decorados en su interior por huecos.
Lo cierto, es que si se estudia el edificio al detalle, nos sorprenderá que la estructura que soporta el conjunto está demasiado exagerada para el peso que debe aguantar. Pero los romanos, reyes de la arquitectura, supieron sacarle un buen partido, y no dudaron en decorar los espacios que se les ofrecía con diferentes ornamentos, hoy muchos de ellos desaparecidos desgraciadamente.
No lo dudéis, os sinteréis tremendamente pequeños, insignificantes a su lado...


Templo de Antonino y Faustina. Foro romano.

Sin duda alguna, en el foro romano prevalece todo al por mayor, y este templo es buena prueba de ello.
Su tamaño es enorme, seguramente os sorprenderá. En cierta manera me dió a mi la sensación que su desmesurado tamaño se debía a que el edificio se encontraba encima de un basamento bastante elevado del nivel al del suelo.
Una vez más, podemos disfrutar de su belleza exterior, pero no de la interior, ya que no se encuentra abierto al público.

Una última recomendación. Si visitáis la zona de pago del foro, una vez que subáis las escaleras y paséis por el jardín, os invito a que crucéis el jardín por la derecha, cruzadlo hasta el final, allí encontraréis unas vistas espectaculares del foro y de Roma. Una auténtica delicia!.


Vista panorámica del foro romano. Septiembre de 2007.

Y para terminar, aquí os hago una selección de mis mejores fotos del foro...

Acceso al foro romano. Septiembre de 2007.


Foro romano. Septiembre de 2007.


Circo romano. No se encuentra dentro del foro, sino al otro lado del mismo. Únicamente tendréis que caminar rectos por la misma calle donde se encuentra el Coliseo y el Templo de Venus.
No queda prácticamente nada de él, tan solo las marcas en el suelo que podéis ver en la foto, pero este tipo de construcciones fueron muy importante en la vida social y lúdica de los romanos.
Si bien podéis verlo desde la calle directamente, las mejores vistas las tendréis desde el foro, que es de donde yo saqué esta foto.
El terreno es enorme, y yo me imaginaba los carros dando vueltas en círculos mientras la gente vitoreaba y gritaba...



Foro romano. Septiembre de 2007.



Foro romano. Septiembre de 2007.

sábado, 18 de julio de 2009

El momento de la cena...

Después de haber estado en el Coliseo regresé al hotel, ya que comenzaba a hacerse de noche y no sabía si Roma era segura o no para una chica sola. Lo cierto es que no es una ciudad especialmente peligrosa, pero siempre cabe tener cierto cuidado, sobre todo en algunos parques de la ciudad cercanos al centro.

Quería hablar de un punto importante y que merece mención aparte. El momento de comer o de cenar. A mí me pasó algo curioso en Italia, que no me ha sucedido en ningún otro viaje.
Nada más llegar a mi habitación me di una buena ducha para presentarme al salón con un aspecto medianamente decente.
Cuando bajé al salón no podía creer lo que vi: estaba completamente vacío. Al principio pensé que la cocina podía estar cerrada, sin embargo, un camarero me advirtió que la cocina estaba abierta y me pidió que tomase asiento.
De primero una ensalada y de segundo un plato de pasta serían mi cena.

Cuando el camarero se marchó para pasar el pedido a la cocina me quedé completamente sola, sentada en un salón con unas 50 mesas a mi alrededor, que para mi desgracia, estana vacías. No se escuchaba absolutamente nada, aunque de vez en cuando venía algún ruido de la cocina.
Creo que en ese momento el salón me pareció mucho más grande de lo que realmente era, y ahora mismo no soy capaz de expresar el enorme vacío, la soledad y la angustia que me invadió.
Aquella noche me parecieron que los espaguettis eran clavos y la salsa, arena, y a cada trago que daba me arañaba la garganta y me caía en el estómago como una losa. Difícil de digerir...

Cierto era que mi situación personal en aquel momento no era el mejor, y buena parte de las dificultades emocionales que sufrí en mi primer viaje se debieron a ello. Pero lo mismo da que no estemos pasando por el mejor momento de nuestras vidas, nadie está exento de sufrir este tipo de situaciones un tanto duras mientras está viajando solo.

En ese momento me ayudó mi libro de viaje sobre Italia. Además de organizarme el día siguiente me permitió alejar mi mente de lo que estaba viviendo en ese momento.
Es una buena escapatoria a ese tipo de situaciones, como lo fue para mí ese mismo día, el tener que marcharme de la habitación e ir a dar una vuelta.
No lo negaré: no tomé postre. Aquel día ya había tenido suficientes emociones fuertes... Tocaba descansar.


El Coliseo. Septiembre de 2007.