miércoles, 12 de diciembre de 2012

Vivir en solitario: Dublin (XXXIX)

Había dejado mi casa en España hacía tan solo 2 meses. Cuando regresé, parecía que hacía un siglo que me había marchado… Todo el mundo quiere verte, todo el mundo quiere saludarte…
Solo iba a estar una semana, asique no tenía mucho tiempo.
Por aquel entonces, una amiga de la infancia de mi madre, se encontraba hospedada en mi casa. Yo intentaba estudiar por las mañanas, para no tener que hacerlo por las tardes, ya que hacía un calor impresionante. Sin embargo, casi nunca lo conseguía y finalmente terminaba estudiando por la tarde y por la noche también.
El examen se acercaba, y con él, la presión de tener que hacerlo bien.
Cuando me senté en la clase, delante de los que habían sido mis compañeros de francés el curso anterior, pido “por favor, que ninguna palabra inglesa se cruce en mi camino…”. No estaba especialmente nerviosa, de alguna manera quería quitarme aquel peso de encima.
El examen no fue muy difícil. Y una vez hecho, disponía de unos 5 días para seguir disfrutando mi estancia en España!.

Asique salí a cenar, a bailar, a tomar un café y a disfrutar de la vida social que apenas yo tenía en Irlanda, un juego peligroso, que más tarde se volvería en mi contra…





Grafton St. Dublin. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario