Como nota informativa, comentaros que nada más bajéis del avión, deberéis pasar un control de pasaportes un tanto curioso. Se debe entrar de uno en uno en una cabina cerrada. Una vez dentro, podréis comprobar que estaréis rodeados de espejos, tanto delante, como a los lados y detrás. Un policía os pedirá toda la documentación y comprobará meticulosamente que sois el de la fotografía... asique nada de colocar la foto de la primera comunión!!!.
Llegué a la isla un sábado por la noche, y pese a que llevaba en mis espaldas unas 9 horas de avión, no pude evitar la tentación de ir a una discoteca... Desgraciadamente llegué de noche, asique apenas pude tener un primer contacto con la isla...
El hotel en el que me hospedé, es unos de los más famosos de La Habana, se llamaba Tryp Habana Libre. Se encontraba en pleno centro de la ciudad, a un par de calles del Malecón y del famoso hotel Nacional, y rodeado de las principales embajadas.
Si bien el hotel no era para tirar cohetes, he de decir que tampoco estaba tan mal... Las habitaciones gigantescas y las camas enormes, casi el doble de una cama de matrimonio!!!.
El hotel tiene todo tipo de servicios: varios restaurantes de diferentes temáticas, piscina, bar, caja fuerte de pago, discoteca...
Como consejo, comentaros que si podéis evitar el ir a discotecas únicamente para extranjeros, evitadlas, porque no tienen nada que ver con la realidad cubana...
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