Si es la primera vez que viajáis solos, sobre todo a un país extranjero, os podéis encontrar con algunas situaciones un tanto incómodas, o por lo menos a mí me han pasado, en las que vuestra soledad puede acentuarse más de lo que deseariáis.
- Me siento solo. Sobre todo en los casos en los que el irse de vacaciones en soledad no es algo voluntario, sino obligado. No os asustéis, es absolutamente normal, a mí me ha pasado en muchas ocasiones. El llegar al hotel, después de un largo viaje, dejar la maleta a un lado y ver una habitación que se te hace enorme, no es trago fácil de digerir.
En estos casos, una inmensa sensación de soledad te invade, difícil de controlar, y que si no conseguimos deterner a tiempo puede arruinarnos las vacaciones. Mi consejo en estos momentos es salir de excursión, si podéis y habéis llegado a destino de día. Salir a dar un paseo o a realizar vuestro primer contacto con la zona, os despejará en un momento y hará que os alejéis de pensamientos negativos. Pero en ningun caso os quedéis en la habitación penando de vosotros mismos, porque es autodestructivo y no os aportará nada. Salir fuera de la habitación, el tomar contacto con el entorno, el dar un paseo o ir a conocer la ciudad os ayudará y os aliviará. Si por el contrario, habéis llegado de noche, os recomiendo bajar a cenar, buscar un restaurante o cualquier lugar para comer, además de habituaros inmediatamente al nuevo horario, os facilitará el despejar la cabeza. Para mí, personalmente, el peor día es el primero, el llegar a un lugar desconocido, lejos de mi casa, y totalmente sola, pero solo dura el momento de la llegada, después este episodio se olvida.
País Vasco. España. Septiembre 2008.
- No me gusta comer solo. En infinidad de ocasiones he tenido que cenar sola en un restaurante. A mí no me importa demasiado, pero entiendo que hay gente que le molesta enormente. En realidad, si lo pensáis, comer solo no tiene nada de malo, es simplemente una percepción del entorno, de la gente que nos rodea, o de la educación que hemos recibido. Es muy normal llegar a un restaurante y ser la única persona que come sin compañía, y que además, es observado por el resto de comensales como si uno fuera un extraterrestre, sobre todo, si sois mujeres. Las miradas indiscretas y los comentarios por lo bajo es posible que os rodeen, y esto sumado a que puede no gustaros el tener que comer solos, pues tendreis el atragantamiento asegurado!. Pero todo tiene solución!. Yo, por desgracia, he tenido que sufrir este tipo de situaciones, incluida el de una persona que estaba comiendo en frente mía en un restaurante de Cuba, y no tuvo mejor idea que sacar su cámara de fotos y fotografiarme sin pedirme permiso y sin mediar palabra alguna conmigo, eso sin contar los inmurables regalos de los comensales de alrededor en forma de miradas indiscretas que le hacen sentir a una como un auténtico mono de feria. La solución?, yo lo tengo claro, quien me mira de manera persistente o lo ignoro o le hago lo mismo. Creedme que si le devolvéis la misma mirada indiscreta a esa persona se dará por aludida y os dejará tranquilos. Por otro lado, si lo que os incomoda es comer solos, os recomiendo que llevéis una guía del lugar para que os vayáis preparando la ruta a seguir para el día siguiente, lo que os mantendrá ocupados hasta el momento que os traigan la comida, o pedir una mesa cercana a la ventana y de ese modo estaréis bastante entretenidos, o llevad una libreta de anotaciones para hacer vuestros apuntes del viaje... o lo que se os ocurra!. Cualquiera idea es buena con tal de que no estéis pendientes de los de alrededor y os mantenga ocupados. De verdad, que comer solo no es tan traumático ni tan desagradable. Yo he tenido charlas realmente interesantes durante las cenas con los comensales de las mesas de al lado, muy amenas y divertidas, en las que tendréis la posibilidad de conocer gente de otros países, muy diferentes a nosotros y que os dará un nuevo punto de vista...
- Cuidado con los acoples!: Una tentación muy grande es la de acoplarse a un grupo de gente previamente establecido para minimizar la sensación de soledad... Si habéis tenido la posibilidad de conocer gente interesante en vuestro viaje, estupendo!, algo que habéis ganado!. Sin embargo, cuidado!, porque muchas veces el acercarnos a gente no tiene otra finalidad más que evitar el estar solos. Mi consejo es que evitéis este tipo de situaciones en las que lo único que os impulsa es a estar con ese grupo para evitar un vacío enorme o el miedo a tener que afrontar las vacaciones en soledad, porque os harán esclavos de vuestra propia soledad, y en muchas ocasiones vuestras vacaciones dejarán de ser libres para estar a merced de lo que desean los demás. El viajar solos no tiene nada de malo y se puede pasar muy bien!. Por otro lado, se puede conocer gente realmente estupenda en los viajes, a mí me ha pasado!, con las que sigo manteniendo algún tipo de contacto, pero en ningún caso estas personas que he conocido han impedido hacer mi viaje a mi manera. Y me explico. Compartía algunas excursiones, alguna cena o algunas salidas nocturnas, pero yo seguía haciendo mi viaje a mi gusto, en solitario, con la única salvedad que en algunas ocasiones compartía momentos con esta gente. Siempre he tenido claro que yo viajaba sola y que si me apetecía hacer algo lo haría, independientemente si la gente que había conocido tenía ganas o no de participar.
Cuba. Marxo 2009. Este es un matrimonio portugés que conocí en mi viaje a Cuba. Una compañía verdaderamente agradable!.
- Sed cuidadosos con vuestras pertenencias!. Un consejo: el pasaporte siempre en la caja fuerte el hotel!!!!. Y si el hotel no tiene, podeis hacer lo que hago yo: me llevo un candado pequeño y utilizo la maleta como si fuera una caja fuerte, y allí guardo el pasaporte. Si os lo llegan a robar tendréis problemas con la vuelta a casa, eso sin contar con el disgusto... Yo siempre que viajo me llevo 3 tarjetas de crédito. Una siempre viene conmigo, por si acaso, además de llevar el número de teléfono del banco para bloquearla si es necesario. Y en el hotel dejo las otras 2 por seguridad. Evitad el llegar joyas obstentosas, tales como pulseras, collares, pendientes, anillos, relojes caros..., es mejor dejarlo en el hotel. Y os lo digo porque he visto ya muchos robos... Llevad siempre dinero en efectivo, pero lo justo, el resto debe quedarse en el hotel. Por lo menos si os roban, que no perdáis demasiado. La cámara de fotos mejor llevadla dentro de una mochila, y no en la mano, que en muchos países los tirones están al orden del día... Os recomiendo que llevéis una mochila para poder llevar vuestras cosas, pero ojo!, siempre que estéis en la calle, en un transporte público o en cualquier lugar de libre acceso que no sea de pago, mejor llevad la mochila delante vuestro y no detrás, que es muy fácil abrir las cremalleras o hacer rajas con una navaja sin que nos enteremos.
- Pasarporte en vigor. Si vais a salir de España, sabed que necesitáis tener el pasaporte en vigor con un mínimo de 6 meses. Por otro lado, es importante que os informéis de los requisitos de entreda al pais al que queréis ir. Parece obvio, pero a más de uno le han devuelto a España por despistado!.
- La botellita de agua. Si viajáis en verano, llevaros una botella de agua en la mochila. Sin ella el día se puede hacer imposible... A mí me pasó en Italia el primer día, casi más y me deshidrato en el Coliseo...
- Crema de protección solar. No solo es necesario llevar la crema de protección solar cuando vamos a la playa. Si vais a una ciudad europea en pleno verano os vendrá fenomenal!. Yo siempre que viajo, a no ser que sea invierno, la pongo en la maleta.
Foro Romano. Roma. Septiembre de 2007. Después de haberme sacado esta foto, fui a sacar la botella de agua de la mochila, cuando me percaté en ese momento que estaba completamente quemada: los hombros, la cara, los brazos... totalmente enrojecidos, y no me había dado cuenta. Aquella noche casi no dormí de lo que me quemaba la piel, deseaba dormir colgada de una percha... A la mañana siguiente corrí a la farmacía a por una crema de factor 50... y al día siguiente tuve fiebre... Los días siguientes tuve que cuidarme muchísimo la piel porque había quedado muy sensible...
- Quiero sacarme una foto!. Una de las dificultades que tiene el viajar solo, es que no podemos sacarnos fotografías delante de los monumentos que nos interesa. Hay que ser cuidadosos a quien les dejamos la cámara, o de lo contrario ya podemos despedirnos de ella... Muchos lugareños esperan en los lugares más emblemáticos de la ciudad, al acecho del despiste del turista. Lo mejor es dejarle la cámara a otro turista que veáis, os aseguro que se les reconoce fácil...
- Salir de noche. Me encanta la marcha!, y si voy a otro país mucho mejor!, de ese modo puedo conocer como se divierten los lugareños!. Que no os de verguenza el salir solos a cenar, a una discoteca o a tomar unas copas... El echo de que caiga la noche nos dará la posiblidad de conocer la vida noctura del lugar..., intentad alejaros de los típicos lugares de los turistas, y tened la posibilidad de conocer los centros de ocio por donde salen los autóctonos de la zona!. Aunque no conozcáis a nadie, os dará otra perspectiva del país que estáis visitando. Eso si, tened cuidado en pasaros demasiado con el alcohol, que a más de uno le han dejado literalmente en la calle con lo puesto..., situación que puede estropear vuestras vacaciones. También tenéis que tener en cuenta el nivel de peligrosidad de la ciudad que estáis visitando, habrá algunos países en los que no será aconsejable el salir por la noche... Por lo demás, haced como yo!, que me arreglo como si hubiera quedado con alguien y me pongo lo mejor que tengo, como si saliera de marcha por España: un buen perfume, maquillaje y a pasarlo bien!, que estamos de vacaciones y a eso hemos venido!.
- Información de la embajada: Llevad la dirección y el número de teléfono del consulado o de la embajada de vuestro país, os pueden ayudar...
- Cuando digo que viajo solo me miran raro: Es normal que os pregunten si estáis solos o acompañados. Si os miran con caras raras que no os extrañe. Tampoco tenéis que dar explicaciones del motivo por el que lo hacéis, es cosa vuestra. Es curioso, porque siempre que me lo han preguntado la gente me ha mirado con cara extraña y se genera una situación tensa, en la que el otro interlocutor no sabe muy bien que decir... Mi truco es salir airosa con una broma y relajar la tensión de la otra persona: "Si, viajo sola. Pero creeme, tiene sus ventajas, nunca, nunca, nunca, discuto con nadie...".
Chinchen Itza. México. Julio de 2008.
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