Me levanté aquella mañana temprano, quizás más de lo normal. Tenía que coger el autobus al centro de la ciudad y caminar hasta la puerta del centro de turismo de Dublin.
Según voy llegando veo mucha, mucha gente esperando. Me imaginé que eran de mi excursion.
Por primera vez, después de varios meses, me siento como turista en Irlanda!.
El autobus no tardó en llegar. Yo me senté en la fila de adelante.
El conductor, era un hombre un poco mayor, que no tardó en presentarse: "Me llamo Joe", dijo.
A los cincos minutos de haber subido, me percaté que pasaría un día inolvidable!. Joe era realmente gracioso, siempre estaba haciendo chistes, y aunque muchos yo nos lo podia entender, algunos si pillaba y me causaban mucha risa!.
Se notaba que le encantaba su trabajo!, disfrutaba hablando y riendo con la gente.
A mí me preguntó de donde era, y me dijo que intentaría hablar despacio para que yo pudiera entenderle.
Cuando ya estábamos todos los pasajeros listos, arrancó el autobus y salimos de la ciudad. Era la primera vez que yo salía de Dublin...
Durante el trayecto, Joe nos lleva a los mejores barrios de las afueras de la ciudad, donde estaban los consulados. Por supuesto, pasamos por la puerta del español, Joe se giró del asiento, me miró y me hizo una mueca!.
Mientras íbamos por la carretera, no paraba de contar chistes, y aunque yo no pillé ni uno!, la gente se partía de la risa!.
En mi autobus, íbamos personas de todas las nacionalidades, pero la mayoría eran de Estados Unidos.
En los próximos post, hablaré de mi visita a Wicklow, fue un día muy divertido del que guardo verdaderos recuerdos!.
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