Ciertamente, a mitad del trayecto, dejé de escuchar lo que Joe decía. Me agotaba el tener que hacer tanto esfuerzo para entender lo que estaba contando.
Si pude prestar atención durante un buen rato pero, pasado un tiempo, esto me suponía un esfuerzo mental tan grande que ya estaba cansada cerebralmente...
Asique, mientras Joe cuenta sus historias, me dedico a mirar el paisaje de Wicklow. En un sola palabra: impresionante!!.
Llanuras, pequeñas montañas rodeada de lagos, pastos bien verdes... Eran como las montañas de Heidi, pero de verdad!!!.
Si visitáis Dublin, por favor, no dejéis de conocer las tierras de Wicklow, merecen mucho la pena!!.
Joe, se mete por caminos perdidos, imaginaos un autobus enorme lleno de turistas en mitad del campo y atravesando un camino en el que únicamente cabía un coche...
En mitad del trayecto pega un frenazo que detiene el autobus por completo, todos nos fuimos hacia delante. Joe pegó un saltó del asiento y se puso de pie. Todos estábamos muy asustados, no entedíamos lo que estaba pasando.
Joe ábrió la puerta del autobus y salió corriendo por la carretera, dejándonos solos dentro del autocar.
Como yo estaba sentada en el asiento de adelante, vi toda la escena y no me lo podia creer...
Se hizo un silencio, en el que nadie entendía absolutamente nada. De golpe, Joe se paró en mitad de la pequeña carretera. Se giró, miró hacia nosotros, y volvió caminando portando algo en la mano.
Cuando subió al autobus, todos estábamos sumamente desconcertados. Pero él subió con una sonrisa de oreja a oreja. Se puso de pie delante de todos, abrió la palma de la mano, y nos enseñó una pequeña, por no decir diminuta, chaquetita de color verde.
Nos dijo que pertenecía a un duende que se lo había dejado olvidado en mitad de la ruta... Él intent atraparlo, pero como eran muy rápidos no consiguió alcanzarlo...
Todos comenzamos a reir!!. Nos explicó, que cada rincón de Irlanda estaba lleno de historias sobre duendes mágicos, malignos y buenos.
Nos dijo que Irlanda era una tierra fantástica, repleta de fantasias y misterio, y que todo ello se lo debe a la neblina que se oculta entre los árboles a primeras horas del día, y que, sin saberlo, ha alimentado la imaginación de los hombres!.
Joe nos contó que entre los árboles del condado de Wicklow se escondían miles de ellos!, entre el follaje y la tierra siempre húmeda.
Pero que como le tienen tanto miedo a los humanos, se dejan ver muy poco...
Nunca he conseguido ver ningún duende, pero si, Irlanda es una tierra llena de misterios y fantasia!.